Salto de página, 2009. 346 páginas. El rey ha desaparecido y contratan al detective Aguirre para buscarle. En el proceso se perderán por una España que se mueve en el terreno de lo irreal y lo mítico. Ahora que la figura del rey ha demostrado tener los pies de barro tiene menos gracia su aparición aquí como secundario, pero la novela mantiene su capacidad de sorpresa. En esta reseña: Pero sigo siendo el rey alaban la parte detectivesca y critican la parte central, donde los personajes transitan por un espacio inexistente, como si se hubieran perdido en un limbo con las hechuras de la España rural. Esta es la parte que a mí es la que más me ha gustado. Muy entretenida. recomendable. Las dos sonrisas de Claudia La cara de sorpresa que ha puesto el chófer del coche oficial cuando le pedí que me dejara en el sex shop de Atocha fue para hacerle una foto. Aunque no tengo ganas de bromear, no pude contenerme y le dije, en tono confidencial: —Es por un encargo que me ha hecho el ministro. El tipo corre a compartir el cotilleo con sus colegas y yo me siento como un maldito cabrón….