Laetoli, 2005. 204 páginas. No es este un libro de divulgación al uso. En estos normalmente se explica de manera amena alguna rama de la ciencia pero aquí lo que se explica es la propia ciencia. El autor intenta (y creo que lo consigue) que un estudiante de secundaria se interese por qué es la ciencia y cómo funciona. Escrita con ese Nicolás en mente se explica el alma de la ciencia, el método hipotético deductivo y por qué funciona. Se enumeran las unidades fundamentales y su significado para que cuando nos las encontremos en algún problema sepamos qué significan. También se dan herramientas para abordar esos típicos problemas que aparecen en los exámenes y que nos traen de cabeza. Pensando un poco podemos simplificar mucho los enunciados y tendremos más herramientas para enfrentarnos a ellos. También se explica el por qué la cultura científica es importante, sobre todo en donde se suele carecer de ella, como en los medios de comunicación y se nos pone en guardia sobre las pseudociencias, que en muchos casos aparentar tener principios científicos pero no es así. Un libro excelente para estudiantes de secundaria y también para cualquier persona curiosa, yo lo he disfrutado…
Editorial Laetoli, 2007. 134 páginas. Monstruos escondidos Otro número de la colección ¡Vaya timo! en este caso dedicado a la criptozoología, el mismo tema que Monstruos de Eduardo Angulo ya reseñado en este Cuchitril. Con este libro me pasó una cosa curiosa; a la mitad de la lectura lo perdí y tuve que pedírselo a un amigo para poder acabarlo. Una verdadera suerte (el amigo, claro). Como es habitual el autor, Carlos Chordá va desmontando uno a uno los mitos sobre monstruos misteriosos que todavía tienen seguidores. Es inevitable encontrase a los famosos Nessie y el Yeti, pero también tienen cabida animales más misteriosos como el hombre polilla, del que llegó a hacerse una película. Se critica también el método de los criptozoólogos que, al igual que otros vendedores de misterio, tienen poco de investigación y mucho de imaginación. Pero esa crítica es, a mi entender, un defecto en el libro. Ignoro por qué muchos libros de esta colección están escritos en segunda persona, como si fueran un amigo que te está escribiendo una carta. Utilizando ese estilo es muy difícil no sonar condescendiente. Pero en este caso el libro está dedicado a los vendedores de misterio, por lo que…