Blackie Books, 2011. 108 páginas. Tit. Or. : La cote 400. Trad. María Enguix Tercero. Mucho había oído hablar de este libro, que tenía ganas de leer. Es el monólogo de una bibliotecaria -aunque supuestamente le habla a alguien que debió quedarse encerrado por la noche. En un torrente verbal sin concesiones arremeterá contra los lectores, los libros, las otras bibliotecarias, el sistema de clasificación y todo lo que se le ponga por delante. Un libro muy divertido que se lee en un suspiro, te arranca carcajadas, se cierra con una sonrisa y deja en el recuerdo grandes citas. La protagonista se hace simpática pese a sus defectos y manías. Perfectamente recomendable, lo leerán sin darse cuenta. Calificación: Muy bueno. Un día, un libro (297/365) Extracto: El amor lo encuentro en los libros. Leo mucho, y eso me consuela. Nunca estás sola cuando vives entre libros. Los libros me elevan. Lo importante es elevarse. Por eso me resulta especialmente penoso trabajar en el sótano, ¿no le parece que está oscuro? Los arquitectos nunca piensan en nosotros, en los de abajo. En realidad, los arquitectos nunca piensan en nada. Entiendo bastante de arquitectos, suelen venir a husmear a mi sección. Ah,…
Blackie Books, 2010. 156 página. Tit. or. Trout fishing in America. Trad. Pablo Álvarez Ellacuria. Este es un libro que empieza así: RICHARD GARY BRAUTIGAN nació en Tacoma, Estados Unidos, el 30 de enero de 1935. Su padre nunca lo reconoció y, cuando tenía nueve años, su madre los abandonó a él y a su hermana en la habitación de un hotel en Great Falls, Montana. Pasaron muchas horas esperando a que volviese, hasta que el cocinero del establecimiento decidió acogerlos. Alguien ha dicho que su cerebro fue el único juguete que tuvo. Y acaba así: El 30 de enero de 2010, cuando empezó a maquetarse este libro, Richard Brautigan habría cumplido setenta y cinco años. Por eso, para la edición española de La pesca de la trucha en América hemos intentado mantener el espíritu de la edición americana de 1967. De allí la foto, y de allí tanto blanco en la página. Por eso una fuente Clarendon, y por eso hemos subrayado en lugar de usar cursivas, aunque a veces no se subraye donde pareciera que toca; por eso hay un montón de mayúsculas, aunque a veces no las haya donde uno pensaría que sí van, y por eso…