Hiperión, 2006. 64 páginas. Ganador del XXI premio de poesía Hiperión, me despistó el nombre porque me imaginaba a un señor mayor y es un joven que escribe una poesía que habla de la desesperanza, del frío al anochecer y de quien ha nacido ya a destiempo, que no puede ser hijo de la ira porque es su nieto y ya no tiene, ni siquiera, el derecho al enfado. Jóvenes a la intemperie en una noche fría y vacía. Recomendable. (Alberca Blues) NADA da tanto miedo como el frío. Recuerdo la primera vez que unidos, respirándonos mutuamente —suerte de extraña criatura entre la lluvia — sentimos el poder de nuestro abrazo. La noche en que sentimos que la noche nada podía hacer para matarnos. Que habíamos vencido. Que el plomo caería desde un luto altísimo y nosotros allí, como si nada; como quien oye llover. Habíamos vencido y como siempre, siendo primos hermanos la alegría y el olvido, olvidé el miedo que daba estar en una calle tiritando, como estoy hoy sin ti. Nada da tanto miedo como el frío.