Diábolo, 2009. 144 páginas. Todavía no he reseñado el cómic que me enamoró de Vivès, pero llegará. Este es el segundo que más me ha gustado del autor. Un joven tiene que ir a la piscina para mejorar su espalda (y aquí me identifico con el protagonista). Allí conocerá a una joven de la que se irá enamorando, aunque su timidez le impedirá comunicarse con ella. Destaca el impecable grafismo; cada página parece un cuadro. La paleta, dado el tema, es reducida; verdes y azules, y el resultado es una delicia para los ojos. Por otro lado la historia es emotiva y a mí llegó a conmoverme. Hay un momento,una escena, en la que el joven está nadando bajo el agua, que representa como nunca he visto la sensación del amor que se va. Más reseñas: El gusto del cloro, Bastien Vivès juega con ventaja , El Gusto del Cloro, de Bastien Vives, El gusto del Cloro y El gusto del cloro (Bastien Vivès). Donde en general ha gustado aunque algunos se pregunten si el precio está adecuado al contenido, ya que la historia se lee en un suspiro. A mí, que lo cogí de la biblioteca (y no me…