La autora tuvo la desgracia de sufrir un cáncer de mama. Al entrar en grupos de apoyo se sorprendió por el ambiente festivo y la obligatoriedad de tener siempre el ánimo arriba y evitar pensamientos negativos. No criticaba el hecho de intentar llevar el problema lo mejor posible, pero sí la sensación de que más que tener una enfermedad, les había tocado un premio. Algunos ejemplos: Ese buen humor de la cultura del cáncer de mama no se queda solo en evitar la rabia, sino que llega muchas veces a parecer una verdadera bienvenida a la enfermedad. En el foro de Bosom Buds [amigas de regazo], Mary contaba: «Creo de verdad que ahora soy una persona mucho más sensible y más considerada. Puede sonar raro, pero yo antes estaba siempre preocupada, y ahora ya no gasto energías en agobiarme. Disfruto de la vida mucho más, y en muchos aspectos ahora soy más feliz». Y esto decía Andee: «Este ha sido el año más duro de mi vida, pero en muchos aspectos también ha sido el más gratificante. Me he librado de muchos pesos, he hecho las paces con mi familia, he conocido a gente maravillosa, he aprendido a cuidar de…