Grijalbo, 2005. 604 páginas. Tit. Or. The time traveler’s wife. Trad. Silvia Alemany. No sabía si animarme con este libro; trataba de viajes en el tiempo, una de mis pasiones. Pero podía ser una novela romántica infumable. Me decidió ver que en foros de ciencia ficción la ponían bien. Henry sufre un trastorno; viaja en el tiempo sin poder controlar el momento ni el destino. Su vida se mezclará con la de Clare, a la que conocerá en diversos puntos temporales y que acabará siendo su esposa. Alternando los puntos de vista se desenrrolla la trama de la novela. Como no esperaba demasiado el resultado me ha parecido interesante. Se elude el tema de las paradojas temporales sencillamente no forzándolas. En ningún momento los protagonistas intentan separarse del camino marcado. La idea de una relación con saltos temporales está bien construida. Tengo la sensación de que se podía haber ido más allá de la simple corrección. El libro tiene 600 páginas y hay muchos aspectos que no llegan a explorarse (¿Por qué el protagonista parece más violento cuando se desplaza temporalmente?). Hay cosas que no se cuentan con detalle -lo que está muy bien- y otras que se alargan demasiado….