Menoscuarto, 2005. 164 páginas. 270 páginas. Editado en el mismo año de la muerte del autor es una antología representativa de su narrativa breve, dispersa en libros y revistas y que el editor ha seleccionado con cuidado y cariño. Los cuentos de Fernández Molina beben de las fuentes de las greguerías, coquetean con los ambientes oníricos y pretenden siempre un hálito poético en el lenguaje, que es muchas veces el centro del relato más que la propia trama o anécdota que lo articulan. A mis ojos de lector gañán se mezclan relatos muy buenos con otros simplemente pasables, que en ocasiones dan la impresión de ser ideas apenas esbozadas, pero que siempre tienen un extraño poder evocador. Bueno. El fin de la excursión Los excursionistas gozaban del paisaje. Lucía el sol y la temperatura era templada. Algunos apacibles animales pastaban en el prado. En medio de ellos había un hombre junto a una maleta abierta y vacía. —¿Por qué no cierra la maleta? —le preguntó un excursionista entrometido. El hombre no le hizo caso, pero el excursionista volvió a insistir una vez y otra. Al final, haciendo un gesto decisivo, aquel hombre la cerró de golpe. Al mismo tiempo la…