Ediciones Salamandra, 2009. 254 páginas. Tit. Or. La vampa d’agosto. Trad. Maria Antonioa Menini Pagés. Comisario a la parrilla Ya me habían presentado -y fue un placer- al comisario Montalbano (el nombre es un homenaje a Manuel Vazquez Montalbán). Mina me regaló éste junto con otros y reitero mi agradecimiento. En pleno agosto, con un calor insoportable, lo último que apetece es investigar un asesinato. Por suerte en verano no hay crímenes; el problema es si un crimen cometido en octubre de hace seis años se descubre ahora. Y precisamente en una casa alquilada por los amigos de su novia Livia. El encuentro del cadáver provocará la marcha de los inquilinos, un enfado de su novia y la puesta en marcha de una investigación bajo el sol abrasador de Sicilia. Engancha. Como que esta mañana viniendo más temprano de lo habitual al trabajo he ido leyéndolo por la calle (el barrio gótico a las seis y media de la mañana es cuando está más tranquilo; puedo asegurarlo). El carácter vitalista socarrón y melancólico de Montalbano hace que le cojas cariño y la trama está bien construída. Mi olfato de lector de novelas policiacas apuntaba a una pista, se iba acabando…