Ed. Anagrama, 2003. 511 pág. Tit. Or. The war against cliché. Trad. Francesc Roca. ¡Esto es reseñar! Este libro fue mi regalo de San Jordi y poco tardé en empezar su lectura. Martin Amis es uno de mis escritores favoritos; el primer libro que leí de él fue también el que primero escribió; ‘El libro de Rachel’. Con ‘Dinero’ terminó de conquistarme. Todo lo que he leído de él me ha gustado, y alguno me ha maravillado: en ‘La flecha del tiempo’ consigue escribir toda una novela en la que el sentido del tiempo está invertido, va de atrás adelante, sin que parezca ciencia-ficción o realismo mágico. Con tales antecedentes, al descubrir que Anagrama había publicado un libro exclusivamente de reseñas literarias los ojos empezaron a brillarme. Apenas he podido aguantar a que me lo regalaran, y de paso aproveché para regalarme el libro ‘Entre paréntesis’ de Bolaño, de similar temática. Resumir el libro es tarea vana. Es una selección de reseñas que abarcan desde los primeros tiempos del escritor hasta las más recientes. Amis es honesto; no nos maquilla ninguna aunque su opinión cambie con el tiempo (así con Ballard, del que empieza diciendo pestes y acaba siendo un…
Ed. Anagrama, 1987. 219 pág. Democracia en Caotania Buscando, buscando, he encontrado esta página con algo de información del autor, al que no conocía de nada. Uno se fía de la editorial Anagrama, y hace bien, porque siempre se decubren cosas buenas. En Caotania, un país imaginario, ha muerto el dictador. Se avecina una transición a la democracia (cualquier parecido con la realidad hay que buscarlo con lupa), y ahí estará la intrépida y voluptuosa reportera Oda, recién estrenada en el periódico ‘La voz de Caotania’. Con una alegre inconsciencia se verá atrapada en el complot que da título al libro, donde personajes tan diversos como el profesor de sociología Peene, el anciano Asard, el jefe de gobierno Luengo o el revolucionario Stupat intentan llevársela al huerto -real y metafóricamente-. Cercano a los relatos de Patty Diphusa de Almodovar, o a la obra de Copi, aunque menos lisérgica, ‘Complot’ es una historia divertida que se lee con gusto y una sonrisa perenne en los labios. Humor inteligente que, aunque ochentero, ha envejecido muy bien. Recomendable. (Un día, un libro 76/365) Escuchando: ‘Big Shot’, Claire Bradley
Editorial Anagrama. 2ª Ed. 2003. (1996). 167 páginas. Contar una historia Excelente. Su mayor virtud está en la capacidad de sintetizar la información (no sé porqué he recordado a Gabriel García Márquez, debe ser mi supina ignorancia). En 150 páginas es capaz de contar múltiples historias personales, todas ellas interesantes, de hacer un repaso de la historia chilena, de su poesía a lo largo de la historia central (la de un psicópata)… sin que pierdas el norte. Como todas las novelas, tiende a la cursilería cuando habla de personajes que tienen algunas cualidades admirables (¡¡¡perdón!!!)… pero no deja de ser peccata minuta ante la maravillosa cantidad de pequeños detalles que deja la obra. La primera de las claves es que el texto sea narrado en primera persona, ganando en profundidad. El resto deberían descubrirlas ustedes. Y yo sin hacer caso al bueno de Palimp… ¿seré idiota? (Un día, un libro 73/365) Escuchando: «Lo siento». Belinda. «Quiero un arma de fuego». Conexiones neuronales relacionadas con la corteza auditiva. La asiduidad de The Happy Butcher le otorga el derecho de ser considerado Posteador Residente de este blog. Gracias por tu colaboración y por mostrarte tan cauto con Bolaño, aunque tengo que decirte…
Editorial Anagrama, 1998. 312 páginas. ¡Todo el mundo a leer! Seguro que ustedes, amables lectores, se preguntarán ¿Pero es que este tío no lee nunca ensayos? Pues sí, sí que los leo, lo que pasa es que da la casualidad de que no tengo ninguno en mi lista por leer. Así que, para meter un poco de variedad a la bitácora, decidí acercarme a una biblioteca y chafardear un poco a ver que caía. Por desgracia, las bibliotecas en Barcelona dan un poco de pena, porque son librerías pequeñas, de barrio, y no se suele encontrar mucha cosa. Cuando era un recién llegado a Barcelona venía con la ilusión de que si en una ciudad pequeña había una biblioteca pequeña, en una ciudad granda habría una biblioteca grande. Pues no. En una ciudad grande hay muchas bibliotecas pequeñas. También hay alguna grande pero en esas no te puedes llevar el libro a casa, con lo que no cuentan. Total, que poca cosa había, pero, fijate por donde, me encontré con este libro que viene que ni pintado para esta bitácora. A Félix de Azúa lo descubrí, precisamente, en una pequeña biblioteca de barrio de Barcelona (o sea que tan malas…