Anagrama, 2008. 180 páginas. Tit. Or. L’aube le soir la nuit. Trad. Jaime Zulaika. Encontré este libro gratis en algún lado y me lo llevé por la autora, aunque el tema -seguir a Sarkozy durante la campaña- no me interesaba antes, no me ha interesado durante y tampoco después. Si he conseguido acabarlo ha sido porque la autora escribe bien, como es costumbre, y alguna que otra reflexión es de interés. Sarkozy, sin embargo, no tiene ninguno (para mí). El ejemplar que yo tengo fue un regalo (tiene una larga dedicatoria) y muchos subrayados hasta la página 30 o así. Después, ninguno. No sé si a su primer lector tampoco le gustó demasiado y se deshizo de él o si le pasó algo y sus libros fueron a la corriente del saldo. Aquí El alba la tarde o la noche, de Yasmina Reza y aquí El alba la tarde o la noche, Yasmina Reza no sólo ha gustado sino que tienen muchas cosas que decir, no sólo más de las que soy capaz de decir yo, más también de las que pensaba que se podían decir. Calificación: No es para mí. Extractos: Mi amigo Serge hizo esta reflexión sobre la…
Anagrama, 2007. 120 páginas. Algunas críticas elogiosas te llaman la atención sobre un autor. Otras, desfavorables o incluso inmisericordes, también, porque sabes que tu gusto el contrario al del crítico. En el caso de Zambra confirmo que mi gusto va con unos y contra otros. Esta es la historia de una espera. Julián espera a Verónica, su esposa, mientras le cuenta historias a Daniela, hija de un matrimonio anterior de su mujer. Y entre cuento y cuento avanza la noche y llega la mañana y la ausencia. Como el protagonista esperamos a su Godot femenino y como Daniela nos consolamos con sus historias. Breve, poética, dulce, triste y melancólica. Me ha gustado lo suficiente como para seguir leyendo al autor en sus obras más maduras, que son las que en un principio me habían llamado la atención. La prosa, muy buena. Siendo tan cortita, es muy fácil probar; les animo a leerlo. Otras reseñas: La vida privada de los árboles, La vida privada de los árboles, Alejandro Zambra y La vida privada de los árboles, por Alejandro Zambra Calificación: Muy bueno. Extracto: Ahora lee, está leyendo: se esfuerza en fingir que no conoce la historia, y por momentos alcanza aquella…
Entiendo que poner la foto de la película debe ayudar mucho a vender libros, pero es una costumbre que no me gusta. Igual que la propia película, de la que no tengo muchos recuerdos (por no decir ninguno), a pesar de que tuvo 5 nominaciones a los Óscar. En este libro se inicia la saga de Ripley, una de las creaciones más famosas de la autora, que aquí aparece inseguro y tímido, lleno de temores y con un evidente complejo de inferioridad. Tras recibir el encargo de convencer al hijo de un millonario de que regrese con su familia viaja con los gastos pagados a Moxx. Allí establecerá una relación con él y su amiga Marge que se irá torciendo hasta acabar de una manera inesperada. La novela me ha recordado mucho a Ese dulce mal, los dos protagonistas quieren tener otra identidad y tienen sus particulares obsesiones. Pero aquí la cosa no acaba mal, y no desvelo ningún final porque al empezar el libro ya sabes que la vida de Ripley sigue… esto le quita el suspense, porque buena parte de la segunda mitad del libro parece que le van a pillar, pero ya sabes que no. Lo mejor…
Anagrama, 2008. 320 páginas. Hay un tipo de literatura comprometida que, cuando también es de calidad, nos asombra y estremece al mismo tiempo. Es el caso de este libro, crónica de la posibilidad de una venganza por parte de quien sufrió la represión en la dictadura argentina. Estela, la mujer de Carlos «el gallego», estaba embarazada cuando la desaparecieron. El tiempo no cura todas las heridas y, enfrentado a una enfermedad -que él llama el Mal-, decide que puede ser el momento de averiguar, de saber qué es lo que pasó con Estela. En el camino verdugos que pasan por víctimas, supervivientes que supieron hacer carrera de su militancia, y un retrato de una sociedad enla que se ha cambiado todo menos lo que se quería cambiar. Ni el protagonista busca una venganza ni el autor del libro quiere librarse de fantasmas. Retrata con un tono amargado y realista- si realismo es aceptar la cruda realidad, el fracaso de los ideales- la situación de una Argentina que debe hacer borrón y cuenta nueva, pero que sigue recordando. Lean los extractos, que merecen la pena, y esta reseña, mejor que la mía: La herencia. Una crónica del fracaso. Calificación: Muy bueno….
Anagrama, 1994. 264 páginas. La compré por el gancho de haber sido premio Herralde de novela, pero ese año debían estar un poco despistados. Un libro bastante flojito. Un padre y su hijo vuelven a Madrid, el primero de una especie de exilio y el segundo por unos asuntos turbios que involucran a una mujer. Contado desde la perspectiva del hijo, también en Madrid se encontrará con problemas. Ni el pasado que se va recordando ni el presente con el que se encuentran -con la heroína por medio- me ha despertado el más mínimo interés. Y no debo ser el único, ni veo reseñas en la red ni el autor se ha prodigado mucho. Un premio poco merecido. Calificación: Regulero. Extracto: -Los griegos nos regalaron la belleza, Ricardo, nos la dejaron en herencia, ahí la tenéis, haced con ella lo que queráis, mezcladla, destruidla, conservadla -dijo mi padre desde el centro de la plaza con su pelo gris brillante bajo la luz fría, solos los dos en medio del lugar excepto por la mujer que nos miraba desde el soportal, como una espectadora de la representación que se sucedía sobre el escenario empedrado. Recuerdo que me pareció como si mi…