Salamandra. Hay pocas historias de abuelas. No tienen épica, sólo la heroicidad callada de los cimientos de la sociedad. Así que Ana decide, acertadamente, contar la historia de sus dos abuelas. Su día a día, sus recuerdos, la semblanza de unas vidas grises, casi anónimas, que merecen ser contadas. Un libro estupendo. Vivan las abuelas.