Alianza, 2016. 300 páginas. Ignoraba que existía algo llamado arqueología contemporánea que trata de utilizar los recursos de la arqueología no a sucesos de un pasado remoto, sino a cosas más cercanas en el tiempo, como puede ser un burdel abandonado, las basuras de un polígono industrial o, como en este caso, los restos de la guerra civil española. Porque hay sucesos de los que tenemos información escrita, pero el registro arqueológico nos permite hacer otros tipos de análisis. Desde descubrir lo que pasó en realidad al margen de la historia oficial, hasta averiguar cómo vivían las personas corrientes que no han dejado huella en la historia. En este libro se explica el resultado de varias investigaciones arqueológicas que nos desvelan la vida en las trincheras, como se desarrollan las batallas, los sufrimientos en los campos de concentración españoles e incluso en ciertas cárceles. Datos que complementan la documentación que tenemos y que nos iluminan sobre aspectos poco conocidos de la contienda. Con momentos emotivos, al descubrir cadáveres no encontrados, caídos en batalla, o las inscripciones que soldados y presos dejaban en las paredes, testimonio de que estuvieron allí, y que nosotros recordamos para no olvidarlos. Muy bueno. Combatir sobre…