Albertí, 2019. 220 páginas. Hay sitios de Barcelona con los que uno guarda una relación especial. Yo viví unos años en el barrio Gótico, cerca de la plaza Reial, y tengo mis historias vividas en la misma. Desde las cenas en la bocatería del Glaciar después de algún bolo de teatro hasta los ligoteos en el Karma al ritmo del Clandestino sin olvidarnos de los conciertos del Jamboree o de la libertad para fumar porros que existía en la semiclandestina peña españolista. Por eso he leído este libro con mucho placer. Aquí se nos cuenta cómo fue el nacimiento de la plaza, la historia de algunos de sus establecimientos míticos, el por qué hay una feria de sellos y monedas, las épocas más conflictivas y un largo etcétera de anécdotas a cual más interesante. Muchas de las cuales han dejado su rastro y cuando he vuelto a la plaza me he fijado en algunas placas que siempre había visto pero no sabía qué significaban. En el siglo XIX se podían ver anuncios como este: A las criadas de Barcelona. Amigas mías, desde hoy contáis en esta capital con un verdadero secretario, que únicamente se encargará de vuestros asuntos. Yo me…