Editorial Sirio, 1999. 166 páginas. Versiones de cuentos populares con un puntito de humor negro e irreverencia, pero en general bastante flojitos y predecibles. El que más me ha gustado es el de las siete gallinitas que reproduzco al final. Te arranca alguna sonrisa pero poco más. Seguramente me lo recomendarían aquí: Cuentos de hadas retorcidos. Se deja leer. Erase una vez un joven y apuesto príncipe que un día, yendo de cacería, se internó solo en el bosque. Tras haber caminado durante muchas horas se hallaba muy caneado y ham-Vy\^y briento. «La próxima vez me traigo unos donuts», se dijo a sí mismo. Finalmente, a anochecer llegó ante un castillo y llamó a su puerta. —Si vende revistas, no queremos. ¡Fuera! —le dijo el rey entreabriendo la puerta del castillo. —¡Espere! —dijo el apuesto príncipe metiendo el pie para impedir que la pudiera cerrar de nuevo— Soy un apuesto y joven príncipe que se ha extraviado. ¿Fodría Vd. facilitarme lo más mprescindible para pasar la noche. Digamos, una cena de treinta y dos platos, una docena de criados y una suite con la chimenea encendida. El rey consideró que era una petición muy razonable, especialmente viniendo de un príncipe,…