¿Quién protege al consumidor de los excesos de los blogs? Así empieza este artículo del País: Coto a la publicidad en los ‘blogs’. La noticia hace referencia a una normativa aprobada en los Estados Unidos por la que los escritores de bitácoras deberán informar si reciben pagos en efectivo o en especie. De esta manera el consumidor sabrá si alaban el producto por sus virtudes o porque hay dinero de por medio.
La medida, en principio, no me parece mala. Cuanta más transparencia, mejor. Pero me gustaría que esto se hiciera extensible al resto de medios de comunicación: televisión, radio y prensa. El País no es un periódico que sea neutro en muchos asuntos, en especial los que afectan al grupo PRISA. Sin entrar en otros detalles, como el reportaje sobre la prostitución en Barcelona, cuando en sus páginas se anuncian estos servicios.
Los medios tradicionales ya no tienen tanta cuota de mercado y los publicistas empiezan a darse cuenta de las ventajas de internet para dar visibilidad a sus productos. Crear alarmas injustificadas, como en el artículo anterior, no va a cambiar mucho las cosas.
9 comentarios
recuerdo que EHT preguntó en el consejo de El País si microsoft había pagado algo sobre el artículo a página completa sobre windows 95 que no era más que publicidad, o las perennes -antaño- noticias sobre la inminente quiebra de apple. Hoy lo mismo se podría decir de los ipod, iphones o las charletas de Jobs, son «noticias» sin más interés que el meramente publicitario.
No tengo publicidad en mi blog, así que me quedo tranquilo. De todos modos, el mejor maestro es el Hermano Ejemplo.
Luis, el gran éxito de Apple es que stán consiguiendo que se hable de ellos in pagar… el fanatismo de sus seguidores a veces me da miedo 🙂
Aunque yo tengo publicidad en mi bitácora es vía Adwords, así que el único que me patrocina (por decir algo) es google. Cuando me han regalado un libro así lo he indicado antes de hacer la reseña, y no he tenido problemas en poner a parir en dos ocasiones libros regalados que me han parecido malos. Curiosamente después de las dos críticas negativas no he vuelto a recibir ningún regalo, pese a que cuando me los enviaron hacían especial hincapié en que fuera libre de criticarlos si así me parecía. Supongo que ellos también eran libres de dejar de enviarme libros si mis críticas eran negativas.
Pero insito, cuanta más transparencia, mejor. En bitácoras y medios tradicionales. No está de más traer aquí el debate que tuvieron con Ignacio Echevarría por su crítica de la novela El hijo del acordeonista, que puede leerse en internet en numerosas páginas (El caso Echevarría-‘Babelia’). Muy inocente hay que ser para pensar que los periódicos proporcionan reseñas imparciales, sobre todo cuando se trata de libros publicados por su grupo editorial.
Sí, también yo mantengo Seikilos libre de publicidad, e incluso de enlaces hacia otros blogs, pese a que naturalmente yo también tengo mi lista de preferencias. Todo termina siendo una atadura o fuente de malentendidos.
Respecto a tu texto, la gente tiende a olvidar que los medios tradicionales (televisión, radio y prensa) son mucho más permeables a los intereses que los blogs, y con harta más influencia en el público (por ahora). Los blogs de alguna manera vinieron a cubrir esa falta de fe en la información, a mi humilde parecer. Confío más en el Cuchitril Literario que en una revista literaria impresa, o un programa de radio sobre literatura, o un programa de televisión. Es claro que esto El País lo sabe perfectamente.
Entiendo lo que dices con respecto a la lista de enlaces… mi solución está en mi carácter. Soy un vago y la actualizo poco.
Totalmente de acuerdo con el segundo párrafo. Ni siquiera los blogs con patrocinio son tan maleables como los medios tradicionales. Los que mantienen bitácoras intentan mantener su independencia, principalmente porque es su fuente de credibilidad ante sus lectores. Sin embargo en un diario o televisión ya se presupone que no hay independencia.
A mí también me «patrocina» Google. De momento no me llega ni para comparme un libro de bolsillo en seis meses, pero bueno…
Te cito:
«Curiosamente después de las dos críticas negativas no he vuelto a recibir ningún regalo, pese a que cuando me los enviaron hacían especial hincapié en que fuera libre de criticarlos si así me parecía.»
Collons, nen (con perdón), cómo me suena esa película… ¡pero cómo me suena!
Y no ya por ponerlos a parir, sino por comentar algunos «peros» o, incluso, por no hablar de ellos porque no me habían gustado y pensé en no perjudicarles con una crítica severa.
En fin.
También he de decir que hay autores y editores con quienes mantengo un trato exquisito aun después de una crítica con «peros». Luego, de todo hay, como en el asunto EL PAÍS, PRISA, etc. Abrazos.
En mi caso la impresión que tengo es que cuando te regalan un libro creen que te están haciendo un favor. Algo así como, ‘mira, te trato como a otros medios’. Y si luego criticas el libro se lo toman como que eres un desagradecido.
La realidad es que el ego de los bitacoreros es enorme, y nunca pensaremos que tenemos que estar agradecidos a nadie 🙂 Además, que si el premio por no criticar un libro malo es que me regalen más libros malos apañados estamos.
Aunque tienes razón en lo que decías el otro día y la red no es todo lo independiente que podría ser al menos es más difícil de controlar en alguno aspectos. Por ejemplo, es difícil que un medio que cobra por publicidad de un libro o película le pegue los palos que se merece. En una bitácora si te da por ahí no hay nadie que te pare los pies. Otro tema es la autocensura, los amiguismos y el quedar bien.
Yo entiendo que cada cual tiene una postura personal al respecto que merece mi respeto; pero si uno tiene una lista de enlaces que considera interesantes y tiene publicidad de google no veo dónde puede estar la supuesta merma para la propia independencia, salvo que se sea un asceta o uno mismo considere prioritario generar unos hits y piense que tanto la lista de enlaces como la propia publicidad le restarían efectividad y a consecuencia de eso modifica el contenido para evitarlo; aunque entonces el problema es que se es una veleta que confunde velocidad con tocino y no un editor honesto, pero en este caso no puedes culpar a tu jefe ni a las directrices editoriales. En el caso de ser un asceta me parece perfecto.
Sobre lo de Apple, (yo que llevo usando esos trastos desde casi el principio del mac) han conseguido que sus aparatos sean vistos como un objeto que marca status social, un lujo asequible y casi un complemento indispensable y en estos tiempos eso tiene público y es un valor seguro.
Totalmente de acuerdo; enlaces y publicidad de google no merman la independencia. Sí, por ejemplo, que tengas acciones de una empresa, o que te paguen por hacer publicidad. No es mi caso porque soy un mindudi, pero hay bitácoras que mueven gente y publicitan encubiertamente artículos.
Nada que objetar a Apple, empresarialmente me quito el sombrero, pero soy anti-marcas.