Ed. Plaza y Janés, 1984. Trad. Montserrat Solanas.
Tit. Original: HUmboldt’s Gift. 572 pág.
Homenaje póstumo
Me enteré de la muerte de Saul Bellow por esta entrada del blog de Francisco Herrera, aunque después lo leí en otros sitios. Su muerte pasó relativamente desapercibida ante la muerte de mi tocayo Juan Pablo, pero no por eso fue menos triste. Como mínimo homenaje emprendí la lectura de este libro.
‘El legado de Humboldt’ viene a ser la continuación -en espíritu- de ‘Herzog’. Charles Citrine es un escritor de fama que fue apadrinado por Humboldt, un poeta de talento que no tuvo demasiado éxito en la vida. El libro transcurre entre el acoso económico de su ex-mujer, los intentos de su actual amante, Renata, de que se case con él, la aparición de Cantabile, un mafioso de poca monta, y las fugaces apariciones de Thaxter, socio de Citrine en la edición de una revista que nunca sale a la luz. Y entre los recuerdos de Humboldt que, pese a la enemistad que tuvieron a partir del éxito de Citrine, le dejará un sorprendente legado.
Como imagen omnipresente del libro destacaría la siguiente. El protagonista fue con sus hijas a un parque, famoso por sus castores. En todos los puntos del parque se encuentran carteles donde se explican con detalle las costumbres de estos animales. Pero ellos, sin saber que son observados, y que su comportamiento es seguido por los visitantes del parque, siguen repitiendo los mismos esquemas una y otra vez. El ser humano, por el contrario, es diferente: cambiamos cuando nos miran.
Comparándolo con ‘Herzog’ es más de lo mismo. Si lo mismo es bueno, bienvenido sea. Mi ignorancia me llevó a creer que esta obra era anterior, porque la calidad de ‘El legado..’ me parece ligeramente inferior, y el final -aunque feliz y esperanzado- un poco brusco y rebuscado, pero no es así. En todo caso es un libro a tener en cuenta; el caudal inagotable de ideas y situaciones están escritas con una fluidez que hace que su lectura sea un auténtico placer. Un verdadero río de palabras en el que es una delicia navegar.
(Un día, un libro 65/365)
Escuchando: ‘Mr. Clean’, Millencolin
5 comentarios
Que decir del Legado? Una obra torrentosa, desordenada, caótica, donde aparece y desaparece lo mejor de Bellow.
Una obra inferior a Herzog, con personajes asombrosos (el irresponsable pero querible Thaxter, con sus capas; el energúmeo y amenzante Cantábile).
Da la impresón que Bellow perdió el control del relato o bien se permitió escribir cualquier cosa que se le ocurría, volviendo ocasionalmente al tenue hilo narrativo que estructura el relato.
No es lo mejor de Bellow, en mi modesta opinion,
Si alguien quiere iniciarse en el mundo de Bellow yo sugeriria empezar con Herzog o El Planeta de Mr Sammler. Humboltdt es para los
bellowianos fanaticos.
Veo que coincidimos en que no es lo mejor de Bellow. Pero como bien dice, la calidad de Bellow aparece…
Me permito sugerir este muy particular y subjetivo y arbitrario ranking de obras bellowianas (estoy en falta flagrante porque no he leido Las Aventuras de Auggie March-en Argentina no se consigue!)
Podio
Primer puesto: Herzog
Segundo puesto: tres obras algo olvidadas pero que me encantan: Ravelstein, El Planeta de Mr. Sammler y Son más los que mueren de angustia.
Tercer puesto: Henderson y Humboldt (dos pesos pesados que me gustaron un poco menos)
Un escaloncito abajo: El Diciembre del Decano (que no esta mal, tampoco).
Saludos a todos los amigos bellowianos!!
Apuntamos la lista. Tengo pendientes muchas de sus obras, así que seguiré tus recomendaciones.
Un saludo y gracias por las aportaciones.
¿De donde me la puedo bajar?