Gadir editorial, 2010. 292 páginas.
El 90% de lo que se publica es basura. De acuerdo a la estadística los libros que me van llegando por parte de amigos y conocidos deberían ajustarse a ese porcentaje, o incluso ser superior, ya que en muchos casos se trata de autores que están empezando o poco conocidos. En realidad es todo lo contrario, e incluso los peores libros que recibo son muy meritorios.
Quiero decir con esto que me sorprende la calidad de novelas como La emboscada o esta Burocracia, muy superior a engendros de autores más famosos y consagrados.
En la ciudad aparecieron, nadie sabe cómo ni por qué, unos portales sonoros. A través de ellos se escucha lo que ocurre en otra parte de la ciudad. Enseguida el gobierno se puso en marcha y creó un sistema de investigación para transcribir todo lo que se pueda con la excusa de la seguridad nacional. En el ministerio trabaja Isidro Rawson, inspector dedicado a descubrir estos portales. Nunca ha querido dejar el puesto aunque nadie aguanta mucho tiempo ejerciéndolo. Pero su destino está a punto de cambiar…
La novela sería una mezcla de novela negra y ciencia ficción pasada por el tamiz kafkiano. El mundo donde vive Isidro, con unos portales sonoros surgidos de la nada y dónde no existen los teléfonos móviles pero si sistemas de telegramas ambulantes está descrito a la perfección sin andar explicando a cada paso las cosas. La trama de intriga en la que se ve envuelto el protagonista -un tipo que nunca quiso mezclarse en nada- mantiene el suspense como en las buenas novelas del género de detectives.
A eso hay que unir la buena prosa, la crítica social a cualquier aparato burocrático, y el maravilloso hallazgo que permite tener un final abierto y cerrado a la vez y cuyo mecanismo no explicaré aquí, pero que supone una guinda excelente y original a la novela.
Además aunque la editorial no es muy grande está muy bien editado y no está mal distribuido; puede encontrarse en el fnac (Burocracia) y en la casa del libro (Burocracia). No lo dejen escapar.
Extracto:[-]
Según mi diagnóstico, los problemas eran varios y complementarios. Un porcentaje importante de empleados no estaba capacitado para desarrollar su tarea: había conseguido el trabajo como favor y su única preocupación residía en ocultarle al resto su incapacidad. Estos solían ser los mandos intermedios. Por otra parte, a los altos cargos, en su mayoría, no les interesaba cumplir los objetivos, pues resultaba más redituable que la maquinaria creciera sin encontrar soluciones. La función de Planificación era estudiar los portales. Una vez que se supiera todo sobre ellos, la Secretaría ya no tendría razón de ser. Algunos habían ganado peso político gracias a sus puestos; ellos no veían mejor panorama que el de perpetuar la investigación. Por último, los empleados de base serían tipos sin incentivos para superarse, pues en función de los intereses de los mandos intermedios y superiores, si se destacaran resultarían elementos conflictivos.
6 comentarios
A mí me está encantando, mucho, además.
Como que está muy bien. No te digo nada del final, pero ya lo comentaremos.
Los portales sonoros que describes me recuerdan a alguna instalación que se ha podido ver en Madrid durante las ediciones de Madrid Abierto, he podido encontrar SPEAKHERE! pero recuerdo una en el metro en que símplemente escuchabas el sonido que se estaba produciendo en otro punto de la ciudad. La verdad es que tal y como lo has contado, la novela pinta muy bien.
A mí me ha gustado mucho. Espero que te animes y que no te decepcione. Por lo que comentas vives en Madrid, si vivieras en Barcelona no me importaría pasarte la novela.
Excelente novela!!!!!!!
Lo es 🙂