Editorial Espasa Calpe, 2007. 452 páginas.
Tit. Or. The God delusion. Trad. Regina Hernández.
Todas las religiones tienen la extraña costumbre de convencer a los no creyentes de que son los poseedores de la única verdad. En el caso de que uno sea ateo ¿Qué tiene que hacer? ¿Respetar las creencias religiosas aunque no las compartan? ¿O hacer como el enemigo y hacerles ver lo equivocados que están? El biólogo Richard Dawkins escoge la segunda opción y a través de este libro se propone explicar, de una manera clara, que es casi seguro que no hay Dios.
La existencia de Dios debería tratarse como cualquier otra hipótesis científica, y eso es lo que hace el autor en el capítulo 2. De momento no se ha encontrado ninguna confirmación experimental, y eso que en Estados Unidos se han gastado fuertes sumas de dinero para realizar experimentos sobre el poder de la oración.
Los que piensen que filósofos y teólogos han dado buenas razones para creer en Dios probablemente cambien de opinión tras leer el capítulo 3. Las famosas Cinco vías de Santo Tomás no resisten un análisis profundo. La Biblia -y otros libros religiosos- está llena de contradicciones y parece poco probable que tenga una inspiración divina. Otros argumentos -como el de la experiencia personal- son aún más endebles.
Lo cierto es que, al contrario de lo que opinan muchas personas de fe religiosa, el diseño del universo no nos conduce a la existencia de un diseñador. En el capítulo 4 vemos que los seres vivos están llenos de remiendos e imperfecciones. La teoría de la evolución explica la causa de tanta ineficiencia; en caso contrario deberíamos pensar que el creador es un chapucero.
Pero si esto es así ¿Por qué en todas las culturas aparece la religión? El capítulo 5 explica el tema estrella de Dawkins: el meme. Que no es lo que se entiende en la blogosfera como tal, sino la unidad mínima de transmisión de la herencia cultural. Las ideas religiosas son buenas en propagarse y mantenerse, así que no es extraño que tengan una larga vida y aparezcan por doquier.
¿Nos hace falta la religión para ser buenos? El capítulo 6 afirma que no, que nuestra moralidad ha evolucionado junto con nosotros, y sólo hay que ver como se comportan nuestros primos los chimpancés para darse cuenta de que no hace falta religión para tener comportamientos nobles y altruistas. No sólo eso, en el capítulo 7 el autor va más allá al poner de manifiesto como la moralidad de los grandes libros sagrados como la Biblia o el Corán ha quedado obsoleta y lo difícil que es conciliar sus brutalidades con el pensamiento moderno. Algo que en este Cuchitril dejamos claro en la reseña de La Biblia ante la Biblia.
La religión no sólo no nos hace falta para ser buenas personas, sino que además nos empeora. Citando a Steven Weinberg:
Con o sin religión siempre habrá buena gente haciendo cosas buenas y mala gente haciendo cosas malas. Pero para que la buena gente haga cosas malas hace falta la religión.
Ya Dawkins habia rodado un documental titulado La raíz de todo mal que puede verse (junto con otros también interesantes) en Google Video: The God delusion. La intolerancia, las guerras de religiones, la inquisición, el terrorismo islámico… ¿hace falta decir más?
Si usted ha nacido en España, lo más probable es que sea católico. No es una cuestión de elección, sino de adoctrinamiento. Quizás exageradamente el autor considera que este lavado de cerebro es peor que los abusos infantiles, pero tiene su parte de razón ¿Por qué extirpamos de los niños esa capacidad de elección?
Hasta aquí los argumentos del autor. Como ateo recalcitrante estoy, en general, más de acuerdo que en desacuerdo, pero tengo mis objeciones.
Lo primero que llama la atención es que Dawkins diga que es casi seguro que no hay Dios. ¿Por qué este casi? Porque la ciencia nunca nos permitirá dar una respuesta a esta pregunta, lo mismo que a otras como ¿Por qué el ser y no la nada?. Podemos poner a prueba hipótesis del tipo Dios se comunica con algunas personas o Dios se preocupa por el ser humano, pero nunca podremos falsar la hipótesis Dios existe. Tiene razón al afirmar que entre un teísta que relegue a Dios al simple acto de crear el universo y luego irse y un ateo no hay una diferencia sustancial. Pero la cuestión sigue abierta.
El ataque está más orientado a la religión organizada que a la metafísica, y ahí, hay que reconocerlo, da de lleno. Hay que tener en cuenta que en los Estados Unidos las organizaciones religiosas tienen mucho poder; tanto que el debate sobre el diseño inteligente -una artera estrategia para introducir el creacionismo en las escuelas- está más vivo que nunca. Para captar hasta que punto es importante la religión esn ese país sólo hay que ver las series de televisión que nos llegan. En todas la gente va los domingos a la iglesia. Hemos visto un presidente demócrata con el Nobel de economía -El ala oeste de la casa blanca-, un presidente negro -24- y una presidenta -Señora presidenta-. Pero es inimaginable un presidente ateo. El propio autor da los datos de la siguiente encuesta sobre si darían su voto a una persona cualificada para un cargo público que fuera mujer (95%), católico (94%), judío (92%), negro (92%), mormón (79%), homosexual (79%) o ateo (49%).
Soy ateo pero nunca he querido evangelizar. Creo que todo el mundo tiene perfecto derecho a estar equivocado. Siempre he comulgado con la postura que tenía el gran biólogo y divulgador Stephen Jay Gould de los ministerios separados, que viene a decir que al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Que la ciencia se ocupe de las leyes de la naturaleza y la religión de temas morales. Dawkins preferiría que la religión ni existiera.
El problema es que la religión no se limita a marcar las reglas que tienen que seguir sus fieles. Opina como deben comportarse los demás -como en la polémica sobre el matrimonio homosexual-, censura libros o películas y decide sobre que se puede o no se puede investigar. La religión no juega limpio en los ministerios separados. Mientras las cosas estén así cualquier libro que aporte un poco de racionalidad al mundo será bienvenido.
Descárgalo gratis:
Dawkins El Espejismo De Dios.pdf
Dawkins Richard – El Espejismo De Dios.pdf
Escuchando: Underneath a Distant Moon. Rialto.
Extracto:[-]
LA RELIGIÓN COMO SUBPRODUCTO DE ALGUNA OTRA COSA
En cualquier caso, me gustaría ahora dejar de lado la selección de grupo y volver a mi propio punto de vista del valor de supervivencia darwinista de la religión. Soy uno de los cada vez más numerosos biólogos que ven la religión como un subproducto de alguna otra cosa. De forma más general, creo que quienes especulamos acerca del valor de la supervivencia darwinista necesitamos «pensar en subproductos». Puede que cuando preguntemos acerca del valor de supervivencia de cualquier cosa estemos haciendo la pregunta errónea. Necesitamos reescribir la cuestión en una forma más útil. Quizá la característica en la que estamos interesados (en este caso, la religión) no tiene un valor de supervivencia directo por sí misma, pero es un subproducto de algo que sí lo tiene. Encuentro que esto puede ser útil para introducir la idea del subproducto con una analogía que proviene de mi especialidad del comportamiento animal.
Las mariposas nocturnas vuelan hacia la llama de la vela y esto no parece ser accidental. Se salen de su camino para incinerarse en una ofrenda de fuego. Podemos denominarlo «comportamiento de autoinmolación» y, bajo este provocativo nombre, imaginar cómo podría favorecerlo en la tierra la selección natural. Mi idea es que debemos reescribir la cuestión antes de incluso intentar una respuesta inteligente. Esto no es suicidio. El aparente suicidio surge como efecto colateral involuntario o subproducto de cualquier otra cosa. Un subproducto… ¿de qué? Bien, esta es una posibilidad, que servirá para este propósito. La luz artificial es un invitado reciente a la escena nocturna. Hasta hace poco tiempo, las únicas luces nocturnas a la vista eran la Luna y las estrellas. Están en el infinito óptico, por lo que los rayos que salen de ellas son paralelos. Esto hace que sean adecuadas para utilizarse como compases. Se sabe que los insectos utilizan objetos celestiales tales como el Sol y la Luna para guiarse correctamente en línea recta y pueden utilizar la misma brújula, con signo opuesto, para regresar al hogar tras una escapada. El sistema nervioso de los insectos es un experto en establecer una regla de tres temporal de este tipo: «dirígete en un curso tal que los rayos de luz incidan en tu ojo en un ángulo de 30 grados». Dado que los insectos tienen ojos compuestos (con tubos rectos o guías de luz irradiando desde el centro del ojo como las espinas de los erizos), esto podría corresponder en la práctica a algo tan simple como guardar la luz en un tubo particular u omatidio. Pero la brújula de luz confía críticamente en el objeto celestial que está en el infinito óptico. Si no lo está, los rayos no son paralelos, sino que divergen como los radios de una rueda. Un sistema nervioso aplicando la regla de tres de los 30 grados (o cualquier otro ángulo agudo) a una vela cercana, tal como si fuera la Luna en el infinito óptico, dirigirá a la mariposa nocturna, mediante una trayectoria espiral, hacia la llama. Trasládelo a usted mismo, utilizando cualquier ángulo agudo como el de 30 grados, y generará una elegante espiral logarítmica hacia la vela.
Aunque en esta circunstancia particular es fatal, la regla de tres de la mariposa nocturna es, de media, una buena regla porque para una mariposa nocturna la observación de las velas es extraña en comparación con la observación de la Luna. No nos damos cuenta de los cientos de mariposas que silenciosa y eficazmente están dirigidas por la Luna o por una brillante estrella, o incluso por el brillo de una ciudad lejana. Solo vemos a las mariposas revoloteando hacia nuestra vela, y hacemos la pregunta incorrecta: ¿por qué se suicidan todas esas mariposas? En vez de eso deberíamos preguntar por qué tienen sistemas nerviosos que las dirigen manteniendo un ángulo fijo hacia los rayos de luz, una táctica que solo percibimos cuando es errónea. Cuando la pregunta se reelabora, el misterio desaparece. Nunca fue correcto denominarlo suicidio. Es un subproducto fallido de una brújula normalmente útil.
5 comentarios
«Hay que tener en cuenta que en los Estados Unidos las organizaciones religiosas tienen mucho poder; tanto que el debate sobre el diseño inteligente -una artera estrategia para introducir el creacionismo en las escuelas- está más vivo que nunca.»
Palimp — creo que exageras un poco con esto. Las cortes consistentemente siguen rechazando el argumento de «Intelligent Design» porque hasta un ciego puede ver que es un caballo troyano para introducir creecias religiosas en el curriculum de las escuelas públicas. (Obviamente, las escuelas religiosas pueden enseñar sus creencias y el gobierno no se puede meter.)
Sí, el pueblo estadounidense es más religioso que el de cualquier otro país industrializado. Pero también no tenemos la misma historia que España (donde despilfarraron las ganacias de un imperio peleando a favor del papa contra los protestantes) o una Inglaterra (donde todavía en el siglo XXI existe una iglesia oficial y una soberana que es la cabeza de esa iglesia). Aquí no hay el mismo nivel de anti-clericalismo porque no hay ni nunca ha habido un monopolio del poder en manos de un clero. Cada vez que un grupo de estadounidenses está en desacuerdo con su iglesia, se separan y forman otra. En 1967, el número de sectas protestantes excedía 250. Desde entonces, con este fenómeno de los evagélicos, ¿quién sabe cuantas sectas cristianas existen aquí? (Veremos lo que sucede con la iglesia episcopal si se fragmenta, como se espera que haga, o no.)
Una cosa te digo – la religión es tremendo negocio. No tienes que pagar impuestos y por eso cualquier pastor se hace millonario en poco tiempo. Pero de ahí a decir que el «creacionismo» está ganando campo o que está más vivo que nunca…me parece que no es este el caso.
Me remito al comentario anterior: igual exagero, porque lo que nos llega es que la situación es preocupante, con colegios admitiendo de vez en cuando impartir el creacionismo. Si no es así me alegro mucho. El caso es que aquí en España han venido de ‘gira’ con conferencias sobre el tema… sin mucho éxito, pero el simple hecho de que vengan ya me asusta un poco.
No puedo hablar por otros países, pero la relación de los españoles con la iglesia siempre ha sido curiosa. Antes, como dijo un escritor, el pueblo siempre iba detrás de los curas. Para ezar o para quemarlos. Hoy en día nadie va a la iglesia, aunque se definan como católicos. Pero siguen teniendo demasiado poder.
En EEUU, las iglesias tradicionales han perdido muchos feligreses. Por eso existe el fenomeno del «nominal Catholic.» Hasta los judios conservadores se preocupan por el numero de judios que se estan casando con cristianos. Las iglesias protestantes, como la episcopal, estan casi vacias. Los evangelicos (que no son protestantes) han arrasado con muchos de sus antiguos miembros. Pero de tener poder? Que va. Si lo tuvieran Obama jamas hubiera salido electo.
Me tranquilizas. ¿Qué hay del ‘cinturón bíblico’? Me interesa saber como es la cosa.
Las iglesias cristianas…ganan poder y este mezclado hoy dia con politica (en algunos paises latinoamericanos hay pastores en el congreso con triple moral)es un peligro
se vera en el futuro no lejano el uso de la fuerza sobre la razon.
esto paso antes ,de perseguidos x roma a jueces y perseguidores en la inquisicion.