Allá por finales de los ochenta se empezaron a poner en marcha desde diversas instituciones programas para fomentar el sexo seguro y la educación sexual entre los jóvenes. Recuerdo en especial una que tenía como eslogan Sin condón ¡No jodas!. Como muchas campañas de este tipo incluían regalar preservativos en universidades e institutos. Y como muchas campañas similares chocaron de frente con diversos grupos religiosos que se oponían alegando que lo único que se conseguía era fomentar el sexo entre los jóvenes. Como si eso fuera malo per se.
Recuerdo una vez que, jovencito yo, fui a comprar preservativos a una farmacia. Por aquel entonces todavía nos daba un poco de vergüenza hacerlo. Pero cuando los solicité el farmacéutico me dijo que allí no vendían. Incrédulo y aturullado salí a la calle; todavía no sabía que existen farmacias que alegan objeción de conciencia para no vender anticonceptivos. No volví a entrar allí ni para comprar aspirinas.
En Estados Unidos todavía invierten mucho en campañas para promover la abstinencia sexual cono único método de proteger contra el SIDA. En principio, entre un condón y la abstinencia parece más segura la abstinencia. En un mundo ideal, claro. Se han realizado estudios y por lo visto:
Los programas preventivos del sida basados exclusivamente en promover la abstinencia sexual son un fracaso y no afectan al riesgo de contraer la infección por el VIH en países pobres, según concluye una investigación publicada en el «British Medical Journal».
La noticia puede leerse en Intramed y en RPP. Yo la leí en El País, pero ahora el artículo sólo está disponible para los suscriptores.
¿A que viene esto? A que acabo de seguir un banner publicitario aparecido en esta página y he aterrizado en una editorial con un catálogo que incluye libros como Comprender y sanar la homosexualidad. No incluyo un enlace porque no quiero hacerles publicidad, aunque sea mala.
¿Dejar morir a miles de personas por no repartir preservativos? ¿Tratar de curar la homosexualidad como si fuera una enfermedad? Aunque me parece una solemne estupidez, respeto que haya gente que tenga estos puntos de vista. Pero, por favor, no intenten obligarnos a los demás a compartirlos.
8 comentarios
No puedo estar más de acuerdo. Por cierto, me encanta tu bitácora. Iré leyéndome los comentarios de los libros poco a poco.
Saludos.
Acá existe una asociación que da verguenza, Palimp. SAe llama «Pro-Vida», escuchar hablar a su director es un verdadero horror. Es obviamente una asociación cristiana, y si por ellos fuera las mujeres andaríamos tapapas hasta la cabeza. Son de los que prohiben todo lo que sea una sexualidad responsable individualmente, ellos quieren regirla segun sus cánones religiosos. Es un espanto. Afortunadamente no son muy aceptados, pero sí hay quien les hace caso. Terrible.
En mi Universidad hay reparto de preservativos a los estudiantes, excelente 🙂
Recuerdo la campaña y también me pasó lo de ir a una farmacia y decirte con cara de perro que «aquí no vendemos eso», sinvergüenza le falt´´o decir porque pensar seguro que lo pensaba. ¿Te acuerdas del primer anuncio de preservativos en la tele, aquel de Pedro Ruiz? ,je.
No creo que la Iglesia tenga que ser la que reparta preservativos o a quien ir a pedir ayuda si tienes un hijo homosexual. Y qué quieres que te diga, los que lo hagan ya son mayorcitos para tener criterio y si no lo tienen, como ellos dicen, en el pecado llevan la penitencia.
Afortunadamente ya no son mayoría ni tienen el poder, y lo mal que lo llevan, por cierto.
Perdón, he dicho «la Iglesia» y tú mencionas a una asociación. Mejor me lo pones, no creo que quien acuda a esa asociación quiera otra cosa que seguir engañándose, de lo suyo gasta.
Contra este tipo de cosas, incluyo también los colectivos milagrosos paganos (horóscopos, adivinadores varios, dietas espectaculares, remedios mágicos) no hay más vacuna que la educación y la información. Pero aún así sacadineros y crédulos los habrá siempre.
Es una falacia el que todas las ideas sean respetables. Una idea como la de no vender preservativos por cuestión de conciencia es una completa estupidez
…como creer en fenómenos paranormales 🙂
Al, muchas gracias. Si los vas a leer todos tienes lectura para rato. Menos mal que son cortitos.
Por aquí también están los de pro-vida. Menos mal que, poco a poco, se les va haciendo menos caso.
No, si yo no pido que la iglesia reparta preservativos, pero sí que deje a los demás hacerlo.
El problema de la mayoría de las religiones y otros grupos afines es que piensan que su labor en la vida es obligar a las personas de su entorno a comulgar con sus creencias. Ellos tienen la verdad moral, así que tienen que sacarte de tu error.
Yo respeto cualquier idea siempre y cuando no toque las narices al personal. Si tu no quieres usar preservativos, no los uses. Pero a mí déjame hacer lo que me de la gana. Por eso no entiendo que existan farmacéuticos que no vendan condones. Una cosa es usarlos y otra muy distinta venderlos. Entendería una objeción de conciencia si les obligan a usarlos, pero ¿venderlos?
Cuando se trata de campañas mundiales la cosa alcanza niveles de crimen contra la humanidad. Porque obstaculizar una serie de medidas destinadas a salvar vidas es, sencillamente, un delito. Claro que no para ellos, porque los están salvando del pecado.