Título original: Our Friends from Frolix 8
Traducción: Antonio Ribera
Ediciones Minotauro S.A., 2004. Barcelona. 238 páginas.
ISBN: 84-450-7511-X
Género: Ci-Fi
No es que sólo lea Ci-Fi, es que es lo último que he estado leyendo últimamente porque me apetecía muchísimo.
«Debo irme: Hay una tumba donde ondean los lirios y los narcisos, y yo complacería al desventurado fauno, enterrado bajo la tierra dormida, con canciones alegres antes del amanecer. Sus días alegres fueron coronados con mirlo; y aún sueña que pisa la tierra, como un fantasma al rocío, atravesado por mis cantos alegres».
Estos versos corresponden a «The Song of the Happy Shepherd», un poema del 1889 escritos por un bardo irlandés llamado William Butler Yeats (1856-1939). No se por qué razón, aparecen en al menos otras dos obras de P.K. Dick. No se qué habrá hecho que le llamen tanto la atención, pero en Nuestros Amigos de Frolik 8 los hace aparecer de una manera muy acertada.
Esta novela no es de las grandes de Dick pero a mí me ha gustado mucho. Es ci-fi futurista, con un sistema político controlado por Nuevos Hombres que gobiernan Regulares, hay naves espaciales, persecuciones en aerocoches, personajes bien definidos y muy variopintos.
Estamos a mediados del siglo XXII. Para estas fechas, gran parte de la Humanidad ha evolucionado (o mutado) hasta adquirir una inteligencia extraordinaria mientras que el resto de la Humanidad se ha mantenido sin evolucionar siendo por tanto, inferiores y quedando sometidos al control impuesto por los Nuevos Hombres. Entre los Regulares encontramos a Nick Appleton, un simple tallador de neumáticos que está obsesionado con que su hijo Bobby -el cual tiene una inteligencia notable- entre en el Servicio Civil y así acceder a los círculos de poder de los Nuevos Hombres. De repente, Nick tropieza con Charlotte Boyer, una chica explosiva, peligrosa, activa y sobre todo subversiva que conseguirá transformar a Nick arrastrándolo a una cruzada contra el sistema fundamentada en el hecho del regreso de Thors Provoni, que había ido en viaje espacial a buscar ayuda en otros planetas para liberar a los Regulares de la tiranía y establecer un nuevo orden mundial.
Me regalaron este libro en un cumpleaños, sin pedirlo ni nada. Y me sorprendió, porque esperaba una profunda paranoia y me encontré con un ligero libro de aventuras, lleno de acción, fácil de seguir, de entender y con algunos toques de humor. Es predecible en ciertos puntos, pero queda compensado con la originalidad de algunos planteamientos sobre la actitud de la hombres frente a la opresión. Quizá no será de los mejores libros que he leído, pero sí uno de esos que no me importará leer un par de veces más. Por cierto, el final es un poco raro.
Lo recomiendo cuando os apetezca leer un buen libro de ciencia ficción y no tengáis ganas estar reflexionando una y otra vez sobre el profundo significado de la vida y de las palabras. Vamos, para pasar un rato de buen entretenimiento sin pretensiones.
Una reseña más de Germán, que me decía que no quería escribir ninguna y ahora se ha convertido en un posteador asiduo. Gracias y disfruten de la reseña.
(Un día, un libro 221/365)
Un comentario
Cucurbitae caput non habemus (No tenemos cabeza de calabaza)
El libro desde luego parece un delirio difícil de digerir…