¿Nos estamos volviendo más tontos?

diciembre 28, 2015

Contínuamente se escuchan voces alarmadas que afirman que la sociedad en la que vivimos, la cultura de la imagen, internet, los videojuegos y otros peligros nos están volviendo más tontos. Según estos expertos cada vez nos cuesta leer textos largos y somos incapaces de concentrarnos. Algunos llegan a afirmar que grandes clásicos de la literatura del siglo XX ahora no se publicarían. Caminamos, según parece, hacia una idiocracia sin remedio.

Pero ¿Es esto cierto? Yo siempre había pensado que no, por la sencilla razón de que no hay ningún estudio sobre el tema. Hasta ahora. El profesor de la universidad de Yale Daniel Spielman, experto en teoría de la complejidad, acaba de publicar un extenso estudio que, si bien no demuestra que nos estemos idiotizando, apunta en esa dirección.

El estudio, que puede descargarse aquí: Text complexity on actual culture, proporciona un algoritmo que analiza la complejidad de un texto determinado. Se basa en métricas sencillas, como variedad de vocabulario (número de palabras diferentes que se utilizan), frecuencia de esas palabras, longitud media de una frase o complejidad sintáctica de la misma (si utiliza esquemas básicos tipo sujeto verbo predicado o si aparecen subordinadas). Comparemos, por ejemplo, la primera frase de Cien años de soledad:

Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.

con las primeras de 50 sombras de Grey:

Me miro en el espejo y frunzo el ceño, frustrada. Qué asco de pelo. No hay manera con él.

A partir de las diferentes métricas se obtiene un número que nos proporciona la complejidad de cualquier texto. La original idea de Spielman fue aplicar este algoritmo a los libros publicados en los últimos cincuenta años. No a todos, sólo a los cien primeros de la lista de los más vendidos de cada año. El resultado, como puede verse en la siguiente gráfica, es descorazonador.

complexityinbooks

Tras un pico en el año 76, desde entonces la complejidad ha ido descendiendo en picado. Esto quiere decir que los agoreros tienen, en parte, razón. Los libros que se publican son cada vez más sencillos. Esto no implica que seamos más tontos, pero sí que lo que se vende -y nos gusta- son las cosas más simples. Un análisis de los guiones cinematográficos de las películas más taquilleras arroja un resultado parecido. Pero ¿Qué hay de las series? Según parece están viviendo en una edad de oro. La cosa no está tan bien como parece:

complexityseries

La explicación viene porque aunque hay algunas series que puntuan alto la gran mayoría son esquemas repetitivos con escasa complejidad. ¿Nos encaminamos al colapso de la civilización? No, una pequeña añdea resiste ahora y siempre al invasor. Hay un apartado en el que la cultura popular no sólo no está perdiendo complejidad, sino que la está ganando, como puede verse en el siguiente gráfico:

complexitytoons

¿De qué estamos hablando? De los dibujos animados. Los guiones de las series de animación para niños son cada vez más complejos. Spielman comanta: Se me ocurrió incluirlos en el estudio cuando vi que mi hijo de cuatro años me hablaba de máquinas del tiempo ¿De dónde había sacado esta idea? Según pude averiguar, de un capítulo de Bob Esponja. La complejidad en los dibujos animados no ha dejado de aumentar año tras año, y ahora mismo hay capítulos de Dora la Exploradora que puntuan más alto que algún best-seller del que no dire el título.

La conclusión es que mientras que nosotros nos vamos volviendo más tontos, nuestros hijos se van volviendo más listos. No todo esté perdido, pero cuando esta generación crezca nos va a mirar por encima del hombro.

3 comentarios

  • Si tiene gráficos, tiene que ser verdad... enero 2, 2016en5:09 pm

    ¡Bravo! Lo mejor de este artículo es haberlo visto mencionado en una web de educación y TIC y que además corran algunos twitts y retwitts sobre él… eh!, pero todos serios… Como tiene tres fantásticos gráficos sobre ¿¡divisas!?… no, no puede ser del… pues sí, del 28 de diciembre… ¡Feliz año nuevo! 😀

  • Palimp enero 18, 2016en6:58 pm

    Los gráficos están puestos adrede, para que cualquiera que lo mire un poco detecte que es una broma. 🙂

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