Ed. B, 2004. 668 páginas.
Tit. or. The Diamond Age. Trad. Pedro Jorge Romero.
Del escritor de moda Neal Stephenson ya hemos comentado en ese Cuchitril la segunda y tercera parte del Criptonomicon, libro que lo catapultó a los altares de los frikis de la informática de todo el planeta. Pero antes de convertirse en el nuevo gurú de la ciencia ficción informática se movía en la corriente cyberpunk con libros como ‘Snow Crash’ y el que ahora nos ocupa, ‘La era del diamante’.
Estamos en plena época nanotecnológica. La sociedad está organizada en phyles que se ocupan del gobierno y cuidado de sus miembros. Finkle-McGraw, Lord Accionista de una de las phyle más poderosa, los neovictorianos, encarga la fabricación de un manual interactivo para la educación de su nieta. Hackworth, el ingeniero que lo diseña, decide hacer una copia para su propia hija con la ayuda del Dr. X, un hacker chino, pero acaba cayendo en manos de Nell, una niña pobre. La existencia del manual cambiará su vida.
Opiniones hay para todos los gustos. Personalmente me ha gustado más que el Criptonomicon -y es más ciencia-ficción, además-. Las ideas que desarrolla en este libro son originales y creíbles. Algunas, como la de la secta de los tamborileros, que utilizan rituales para consegir computación distribuida con los cerebros de los miembros, me parecen geniales. Lo peor, lo mismo que en el otro libro; muchos frentes abiertos, muchas ideas desarrolladas, y un final bastante decepcionante que no lleva a ningún sitio. Con todo, el libro merece la pena y es uno de los mejores de ciencia ficción que he leído este año. Muy recomendable.
(Un día, un libro 244/365)
Escuchando: Historias para no dormir. Dnoe.
9 comentarios
Tiene su encanto, se dedica a fusilar todos los tópicos de la historia reciente de China, desde la Guerra del Opio y «55 dias en Pekin» hasta la revolución cultural, y lanzarlos hacia el futuro. Los conceptos científico-informáticos siempre los disfruto gracias a su prosa (en cualquier otro autor sería aborrecible), pero me me quedo con la vertiente sociologica, que la tiene, y la descripción de los nuevos tipos de asociaciones económicas una vez que el estado clásico se ha volatilizado, igual que en Snow Crash. Ah, y su digresión sobre el concepto de «hipocresía» victoriana es absolutamente genial.
La imaginación que despliega es impresionante -¿y que otra cosa es una buena ciencia ficción?. La pena es que, por utilizar el argot taurino, no acaba de rematar la faena.
«La Era del Diamante» está entre mis próximas lecturas, y le tengo bastantes ganas, a ver qué tal.
Ya nos contarás en el blog que te ha parecido.
Por supuesto. Aunque debo reconocer que no he leído tu artículo, para que no me influya, lo leeré después de la novela.
Bien hecho. Yo suelo hacer lo mismo 🙂
Por cierto ¿Te interesa ‘El quinto elefante’ en versión electrónica?
No había visto tu oferta, que te agradezco y tengo en cuenta para cuando esté menos agobiada de libros pendientes… he tenido que posponer la lectura de «La era del diamante» (no sé si la voy a aprovechar, llevo más de un mes leyéndola) que es mío por otras que tengo que devolver a la biblioteca.
Vale, entiendo la situación de posponer lecturas por tener libros que devolver…