La charla con Crumey me recordó la idea de Hugh Everett de los muchos mundos, que viene a decir que todas las posibilidades de una onda cuántica se realizan. Existen, por tanto, innumerables universos aunque nosotros estamos limitados a percibir uno sólo. Se puede fantasear con universos en los que Colón no descubrió América o la armada invencible fue realmente invencible. Más aún, un mundo todavía dominado por los reptiles o en el que la tierra ni siquiera exista.
A mí me gusta imaginar cambios más leves, y pensar que en muchos de esos universos mi otro yo todavía puede reir con tus chistes, hablamos de trabajo, te has echado novia.
5 comentarios
Si por cada suceso desde el primero ocurrido hay al menos dos posibilidades, entonces el número de universos es infinito aunque siempre estará condenado a ser, como mínimo, la mitad de lo que pudo haber sido.
El borgeano (o borgiano, o borgesiano) jardín de senderos que se bifurcan…
Expectante con tu elogio del ingenio, y su resignada refutación.
En una vida, yo Elsinora, escritora española que vive en Londres mientras estudia un Master de Literatura y explora la ciudad y el mundo se tropezaba con tu blog, lo encontraba muy interesante, salía de él sin dejar ningún comentario ni ponerlo en sus Favoritos. Pero en la otra, afortunadamente, escribía un comentario sobre su interés y anotaba su propio blog, sobre perplejidades, libros y gentes invitando a visitarlo y a compartir ideas y sensaciones, y lecturas. El sitio se llama Mi no entender. Crónicas perplejas desde La Pérfida Albión. Y está en http://bdbaloncesto.com/minoentender/ Incluye un cuento en la sección Páginas, por cierto.
Nos leemos.
Un saludo. Elsinora.
Elsinora.
Y en otro tu novia es linda.
Y en otro tu novia es un hombre. Y feo.