Editorial Bruguera, 1984. 414 pág.
Tit. or. Under the volcano. Trad. Ediciones Era
Otra de mis grandes asignaturas pendientes es la lectura de este libro, del que había oído hablar muchas veces pero que nunca tenía a mano. Mi suegra me ha hecho el favor de prestármelo y desde aquí le doy las gracias porque, dentro del ejército de admiradores y detractores de esta obra yo me tengo que contar desde ahora entre los primeros.
Resumir esta obra es un poco como resumir el Ulises de Joyce. Nos encontramos ante las últimas bocanadas del Cónsul, un alcohólico que malvive en una ciudad de México. Su mujer, que le había abandonado, ha vuelto y coincide con su hermano, que estaba de viaje. Los tres emprenderán un viaje en autobús durante el día de los muertos.
El principal morbo del libro es que el protagonista es un trasunto claro del propio autor, alcohólico también. De ahí la intensidad, la crudeza y la sinceridad de la visión del Cónsul. Estamos ante alguien que sabe de lo que habla, y que habla muy bien; el lenguaje con el que está narrada la historia se aguanta por si solo. Incluso, como dice Portorosa, soporta estupendamente la traducción.
Además del peregrinaje del protagonista de taberna en taberna intentando, siempre, mantenerse sobrio un poco más, dos temas recorren la novela. Uno es la presencia omnipresente de la película Las manos de Orlac, donde a un pianista le injertan tras un accidente las manos de un asesino. A partir de ese momento dejará de ser dueño de los actos de sus manos. Simbolismo de la incapaz del adicto a oponerse a su adicción. La otra es el texto de un cartel visto en un jardín: ‘¿Le gusta este jardín que es suyo? ¡Evite que sus hijos lo destruyan!’, que imaginaba sería la metáfora de algo, aunque no sabía de qué. Este artículo me lo ha aclarado; se refiere a la decadencia de un mundo que se desmorona ante la guerra que se ve venir en Europa. Aquí tienen otro artículo sobre esta obra. Aunque por supuesto, lo mejor es que la lean ustedes. Desoladoramente imprescindible.
(Un día, un libro 260/365)
Escuchando: El pastor mentiroso. Juana Molina.
10 comentarios
Gracias por la cita, que me alegra especialmente por aparecer en esta reseña, pues para mí “Bajo el volcán” es una obra maestra, una verdadera obra maestra.
Un saludo.
sus guebosssss¡¡ como van las navidades? yo con una gastroenteritis del copón, no se lo deseo a nadie, estoy a punto de darme la vuelta como si fuera un calcetín ;-/
Abrasos
De nada, Portorosa. Me gustó mucho el post dónde lo comentabas.
Manolito, cuídate que tienes muchas responsabilidades 😛
¿Cuantas veces lo he leído? ¿Seis, siete?
En ocasiones lo empiezo. Despué de cien páginas lo dejo.
Lo leo siempre cuando el calor arriba a mi tierra.
Yo he estado en esa Cuernavaca. Yo he sido Firmmin.
Es una de las novelas más alucinantes y alucinadas que he leído. Es sobrecogedor el proceso de autodestrucción del Cónsul. Las visiones demoníacas causadas por el «delirium tremens» del protagonista son espeluznantes. Parece ser que el propio Lowry sabía de lo que hablaba… Recomiendo encarecidamente la película homónima de John Huston, protagonizada magistralmente por Albert Finney.
Y es que no sólo es una novela bien escrita; convence y arrastra por su sinceridad.
donde puedo encontrar esta pelicula?
hola, esta novela esta traducida al espanol, o esta en ingles, donde la puedo conseguir en la red?gracias.
promete leer esta novela, me parece alucinante no solamente la vida sino lo que puede haber escrito este atormentado genio de la literatura, al igual que Poe, Miller, Chandler, Thomas Dylan y otros grandes escritores alcoholicos
en Lavapiés han puesto una librería que se llama así!! y es muy bonica!! animo a todos a visitarla, está en ave maría 42 (Madrid). se puede encontrar literatura (narrativa y especializada en cine!) y tb música muy seleccionada!