No sé dónde lo compré, y además creo que ya lo había leído, pero como relectura veraniega ha cumplido su misión. Cuatro relatos ambientados también en verano que a pesar de su rápida resolución incluyen todos los elementos de una buena historia. Llevan o siguientes títulos:
Un asunto rutinario
Un asunto familiar
Un asunto conyugal
Un asunto vecinal
Mi preferido el tercero, donde un crimen aparentemente de género se resuelve de una manera tan rápida como inesperada. La intervención de la mafia del este en el cuarto ayudando a resolver el crimen de un ecuatoriano también me ha gustado.
Se me olvidaba decir -aunque para muchos esté de más- que los protagonistas son los guardia civiles Bevilacqua y Chamorro. El primero, psicólogo, dice en un momento:
[…]hacer el comentario tópico sobre la gente que decide estudiar Psicología.
– Es así. La mitad estamos pirados al entrar. Y la otra mitad, al salir.[…]
Otro fragmento que me viene bien a estas edades:
[…]El buen Dios, que hace lobos asesinos, también ha de hacer perros policías como nosotros. El buen Dios tiende a preferir las cosas simétricas.
-¿Eres teólogo, ahora?
– No, Virginia. Me falta poco para los cuarenta. Y eso me pone místico.
Calificación: Bastante bueno.
Un día, un libro (352/365)
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