Mientras nos dure la inspiración y la ilusión, seguimos escribiendo. El libro digital lo mismo nos acaba de barrer del mapa o nos permite llegar a los lectores saltándonos dos intermediarios, el editor y el librero, que por cierto se llevan el noventa por ciento del porcentaje de la tirada con respecto al escritor.
La literatura es una cosa y la vida literaria es otra. Anunciar como se ha anunciado estos días, por parte de una de esas inexplicables primeras figuras del gremio, que no vas escribir más porque han pirateado tu libro no es más que una estrategia de marketing. Y se nota. Ningún pintor dejó de pintar cuando apareció la fotografía. Ningún actor dejó de pisar los escenarios cuando llegó el cine. Si llevas dentro el veneno, lo llevas siempre. Te pirateen o no te pirateen. Vendas o no vendas. Lo demás es farándula.
Rafael Marín en su bitácora Crisei
Un comentario
Lo suscribo completamente.