Anagrama, 2001. 218 páginas.
Tit. Or. Wait until spring, Bandini. Trad.Antonio-Prometeo Moya.
Seducido por la prosa de Fante he empezado desde el principio. Su primera novela, supuesto retrato de su adolescencia, los problemas de dinero de su familia, el invierno que su padre estuvo unos días viviendo con otra mujer.
Poesía, ternura, desolación… no todo el libro tiene la misma calidad, pero hay páginas realmente buenas (increíbles las primeras). Y estamos hablando de un libro escrito en 1932 que se mantiene fresco como la nieve del invierno.
Muy bueno. Pronto más.
Se llamaba Maria y era muy sufrida, le esperaba, le acariciaba la musculatura de los riñones, muy sufrida, le besaba en todas partes, y a él le devoraba entonces la llamarada que le gustaba tanto y ella se echaba de espaldas.
-Ay, Svevo. ¡Es maravilloso!
La amó con violencia delicada, muy orgulloso de sí, sin dejar de repetirse: no es tan idiota la Maria, sabe lo que es bueno. La burbuja gigantesca que perseguían camino del sol reventó entre ambos y el hombre gruñó con alivio jubiloso, gruñó como hombre contento de haber podido olvidar muchísimas cosas durante unos instantes, y Maria, silenciosa en su breve mitad de la cama, se quedó escuchando los latidos de su propio corazón y se preguntó cuánto habría perdido Svevo en los Billares Imperial. Mucho, sin duda; acaso diez dólares, porque Maria no tendría título de bachiller, pero adivinaba la desdicha de un hombre por el alcance de su pasión.
-Svevo -le murmuró.
Pero él dormía ya como un tronco.
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