Mondadori, 2006. 84 páginas.
Tit. Or. O senhor Valéry. Trad. Rita da Costa García.
Tercer libro que leo del autor y el peor. Pensamientos y reflexiones de este señor Valéry que tiene una manera muy particular de vivir la vida. Muy flojito, insustancial. Por suerte es muy corto y con ilustraciones, en veinte minutos te lo has leído y en quince lo has olvidado.
LOS AMIGOS
El señor Valéry era pequeñito pero brincaba mucho. Él decía:
—Soy como las personas altas, solo que por menos tiempo.
Pero esto constituía un problema para él.
Más tarde al señor Valéry le dio por pensar que, si las personas altas saltaran, nunca las alcanzaría en la vertical. Y este pensamiento lo desanimó un poco. Sin embargo, más por cansancio que por ese motivo, un buen día el señor Valéry abandonó los saltitos. Definitivamente.
Días después, salió a la calle con un banco.
Se subía al banco y se quedaba allá arriba, quieto, mirando.
—Así soy como los altos durante mucho tiempo. Solo que inmóvil.
Pero no acababa de convencerse.
—Es como si las personas altas tuvieran los pies encima de un banco y aun así pudieran moverse
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