Ediciones Júcar, 1984. 405 páginas.
Aunque de tanto en tanto proclame que la poesía no me gusta, confieso que no es del todo cierto. También, ocasionalmente, leo poesía y también tengo mis poetas preferidos. Uno de ellos es Gerardo Diego del que había oído alabar su pericia como crítico. Cuando vi este libro pensé que por fin podría comprobarlo de primera mano.
El libro contiene la siguiente recopilación de artículos:
Actualidad poética de fray Luis de León
Música y ritmo en la poesía de San Juan de la Cruz
Cervantes y la poesía
Un escorzo de Góngora
Nuevo escorzo de Góngora
La poesía de Hernando Domínguez Camargo en Nuevas Vísperas
La poesía de Jovellanos
Bécquer y Chopin
Unamuno, poeta
Tiempo y música en Tagore
Manuel Machado (1874-1947)
Un poeta médico: Fernández Moreno
Poesía y creacionismo de Vicente Huidobro
Recuerdos y poemas de Juan Ramón
La tela delicada de Leopoldo Panero
Del modernismo al ultra, al creacionismo y al grupo poético del 27
La actualidad y el plagio
La «Weltanschauung»
Timbre y ritmo
Por muy grande que sea mi admiración por el autor pensaba que debería leer con calma el libro, no fuera a ser demasiado para mí. Pero al igual que me pasó con Trayecto de Ignacio Echeverría, fue empezar y no parar. Pese a que buena parte de las explicaciones están fuera del alcance de un ignorante como yo. Me apunto a los epítetos de la contraportada:
Breve y claro, variado y preciso
Y lo recomiendo encarecidamente a filólogos y amantes de la poesía. Para aprender disfrutando.
(Un día, un libro 329/365)
Escuchando: Muy guapa. Putumayo rumba flamenco.
7 comentarios
Con solo ver los artículos que trae se da uno cuenta de que este libro es una joya. Mi abuelo nos declamaba, mientras estábamos sentados en sus rodillas, poemas de Gerardo Diego, recuerdo una breve estrofa de un poema que dice:
La música más extremada
es el silencio de la boca amada.
Amar amar y siempre amar
haber amado haber de amar.
Creo que se lo compuso a Pedro Salinas.
La vida es un único verso interminable.
«fue un empezar y no parar» dices. Pero ¿consiguió conmoverte?
¿La viste? (la belleza digo)
He visto la belleza de Gerardo Diego en sus poemas. Muchas veces me acuerdo de los sitios donde he leído algo que me ha impactado. Acabé el libro ‘Un millón de vacas’ en la parada de autobús del hotel Londres de San Sebastián. Leí el párrafo sobre la eternidad en ‘La isla del día de antes’ en la mitad del trayecto del autobús de Barcelona a Pamplona. Acabé el diccionario de las artes de Azúa sentado en el camastro de mi primera habitación en Barcelona, donde apenas cabía nada. Y descubrí a Gerardo Diego navegando por la línea roja del metro de Barcelona, cerca de la parada Clot. La belleza de sus versos me cautivó, todavía puedo recitar ‘Azucenas en camisa’:
Venid a ver de rosas y azucenas,
la esplendorosa esbelta risa,
venid a ver las rosas sin cadenas,
las azucenas en camisa.
¿Me ha conmovido el libro? Uno no espera que le conmueva un libro de crítica literaria; más bien que lo ilumine e ilustre. Pero sí, me ha conmovido. Pese al vocabulario técnico y el fino análisis, hay belleza, hay ritmo, el poeta no ha abandonado al crítico y se asoma por detrás de la prosa. Quizá por eso no pude parar 🙂
No necesariamente debe conmover un libro de crítica literaria, pero puede ocurrir que sí. No hablo de la misma conmoción que cuando se escucha el Requiem de Mozart o se contempla la Capilla Sixtina, pero desde luego yo sí experimento algo así cuando leo este tipo de libros. Tengo que admitir que de entre todos los géneros (si es que se puede llamar a esto género) es mi preferido, incluso antes que las propias obras que estudian. En fin, una auténtica joya este libro.
Un saludo.
Cuando el libro de críticas está escrito por alguien que también se dedica a la creación se nota mucho; es más fácil entonces que pueda llegar a conmovernos. Me pasó también con uno cuyo título no recuerdo de Torrente Ballester.
Algunos sonetos amorosos de Diego, como el titulado «Sucesiva, son sencillamente perfectos. He leído poca prosa crítica de él. Deberé remediarlo.
Estoy en un nuevo sitio. Espero que te guste.
Ya he cambiado la sindicación. Seguiré leyéndote.