Segunda parte de aquel cómic que fue un impacto en su momento sobre una niña que se ve a sí misma como un monstruo, que vive con su madre y un hermano un tanto atípico, y que llena las páginas de su cuaderno con dibujos a boli de las caras de quienes le rodean.
Esperaba aquí encontrar la solución a los enigmas de la primera parte, quién mató a Anka, si el pasado le perseguía, qué ocultaba su hermano y, en fin, seguir con las aventuras de sus amigos, originales y monstruos buenos como ella.
Sin hacer demasiado destripe algo se aclara pero no todo, muchos misterios quedan en el aire pero da igual, no leemos el cómic solo por la trama, también por el maravilloso dibujo y su galería de personajes que, pese a su excentricidad increíble, son más verosímiles que el tendero de la esquina.
Muy bueno.



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