David comete el error de bailar con una chica que está apartada por un narco, pero cuando éste intenta acabar con él lo mata en defensa propia de una pedrada. Porque David no es el más listo del pueblo pero sus lanzamientos son rápidos y certeros. Huyendo de la venganza se meterá en una serie de aventuras, una de ellas tener una aventura con la cantante Janis Joplin.
Librazo. Las peripecias del protagonista, que pasa de una vida apacible a tener la posibilidad de jugar béisbol en un equipo norteamericano, hacerse pescador, ir a la cárcel y enamorarse de quien no debe, mientras un primo suyo es jefe de la guerrilla y otro escala en el narcotráfico, son hilarantes. Pero además está escrito todo con un estilo fluido y elaborado que te hipnotiza. Sin olvidarnos de la voz de su cabeza, su parte reencarnarble, que le va tirando puyas a cada momento.
En ocasiones se abusa del deus ex machina pero lo compras por el aire festivo e irreverente del relato, en el que no desencaja. Me lo he pasado genial leyéndolo.
Muy bueno.
No se desvistió, solamente se quitó las botas vaqueras. Johnlennon, que dormía en la cama contigua, expulsó la enésima flatulencia. Su voz interior insistía en que el crimen le había dejado una marca, que el recuerdo de Rogelio siempre lo perseguiría. Se sentía destrozado. Recordaba la piedra entrevista, apenas tocada, y la intención febril de defenderse. Minutos antes su prima lo había ayudado a levantarse mientras su tío renegaba del Chato, No quiero que se hable de él en esta casa, explotó con amargura, ¿Entienden?, para mí está muerto y enterrado, Tranquilo viejo, Papá, esto no puede quedar así, hay que demandarlos, ¿A quién vamos a demandar?, ¿a la policía?, Claro, añadió María Fernanda, no podemos tolerar este atropello, imagínate, violaron nuestras garantías individuales, al rato nos van a hacer cera y pabilo.
Se sentaron en la sala. Gregorio parecía desconsolado, Vamos a demandarlos, insistió la Nena, la Constitución nos ampara, No se le puede ganar a la policía, Claro que se puede, ¿porqué vamos a permitir que policías y demás caterva violen las leyes?, Piensa la violencia que se va a generar, en eso la tía reparó en David, que miraba el librero con expresión angustiada, ¿Te sientes mejor?, Me duele la cabeza, Nena, dale una aspirina, que se lave y que duerma en la cama del Chato, pobre inocente qué culpa tiene.
La habitación era amplia, Johnlennon dormía a pierna suelta. Ahorita regreso, dijo la Nena, ¿te acuerdas dónde está el baño, verdad?, David asintió, y en cuanto se quedó solo experimentó ganas de llorar: no podía quedarse, sería mejor que se largara antes de que hubiese amanecido. La idea de irse de bracero empezaba a interesarle, pero, ¿cómo podría llegar a ese país del que tanto hablaban sus amigos? ¿Cómo sería en realidad California? A lo mejor había tanta cerveza como decían, a lo mejor era cierto que las mujeres andaban casi desnudas. ¿Habría armadillos, pinos? ¿Le darían trabajo en un aserradero? Estaba considerando cómo conseguir empleo cuando la Nena entró a la recámara y le lanzó un frasco de medicina: Que te cures con esto las patadas, y como Johnlennon se estaba destapando, se acercó a acomodarlo, se sentó en la cama y empezó a platicar: ¿No has matado otro venado?, Ya casi no hay, los gomeros y los pintos se los están acabando, ¿Y por qué te vas de bracero?, Para trabajar, ¿Te duelen las patadas?, Sí, Son unas bestias, te juro que hasta a mí me dolieron, pero los vamos a demandar, vas a ver; Prima, ¿por qué buscan al Chato?, Parece que el muchacho necesitaba emociones fuertes y se metió de guerrillero, ¿Anda tirando balazos?, Yo creo que nomás le está haciendo al loco, dice mi papá que en cuanto le apriete el hambre se regresa, pero a ver si lo recibe, Ojalá no le pase nada, Qué le va a pasar, ser guerrillero es como una moda y de la moda, ya sabes, lo que te acomoda; la Nena consultó su reloj: Primo, te dejo dormir, mañana tengo un día terrible, examen de Mate y no sé nada; viéndola bien, quésalvada te diste al no tener que estudiar, imagínate: examen de matemáticas en sábado y a las ocho de la mañana, ¡qué horror! Se dirigió a la puerta, Nena, ¿Sí?, ¿Por qué te pusiste esa bolsa en el cabello?, María Fernanda se sonrojó de nuevo, Es que de vez en cuando me unto mayonesa, es un remedio naturista y me queda muy brilloso, ¿No te huele mal?, Más o menitos, pero vale la pena el sacrificio, Ay prima, dijo David, traes cabeza de sandwich, y se echó a reír. Mientras su primo se burlaba, María Fernanda se esmeró en cubrir a Johnlennon, aunque no era necesario, bastante molesta por el chistecito; Nena, ¿nunca has sentido una voz en tu cabeza?, No, respondió con menos simpatía, Ni que estuviera loca, ¿Y sabes qué es la parte reencarnable?, En mi vida había oído eso, ¿Será una enfermedad?, No sé, si quieres mañana te lo averiguo, que sueñes con los angelitos.
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