Se veía venir. Europa llevaba tiempo avisando a España de que tenía que aplicar el canon bibliotecario. No importan las protestas de escritores ni los manifiestos; la ley es la ley.
Al igual que en otros países, el canon no lo asume el usuario, sino la administración lo que lo convierte de facto en una subvención encubierta a escritores y editores. No me importaría si no fuera porque el reparto del pastel se hará como siempre: a quien vende más, se le pagará más. Pensar que con el dinero público se está subvencionando a Dan Brown me pone los pelos de punta.
Soluciones hay pocas, por mucho que proteste la gente la ley no va a cambiar. Lo raro es que se haya tardado tanto en aplicarlo. Sólo espero que el pago del canon no perjudique el presupuesto de las bibliotecas.
Vean el chiste de Mel sobre el tema.
5 comentarios
Pues sí que va a afectar el presupuesto de las bibliotecas, seguro!
Pagar por un acceso a la cultura tan básico como éste debería ser anticonstitucional.
Lo malo es que aunque el usuario final no va a pagar el canon, sí que se va a pagar desde los impuestos, recortándolo de otras partidas. Seguramente tendremos bibliotecas peor surtidas, peor atendidas, más pobres. Todo para que los superventas se enriquezcan un poco más.
A mí esto de comenzar con los cánones -aunque sean bibliotecarios- y no acaben repercutiendo en el usuario me parece como cuando en el cambio del euro dijeron que no iban a subir los precios…
Tal vez sencillamente acaben subiendo por ejemplo las multas de la biblioteca o mil detalles más que se nos escapan.
No es exactamente el mismo caso pero creo que tiene mucho que ver
http://www.20minutos.es/noticia/153787/1/
??????
De momento el dinero lo sacan de los impuestos, con lo que lo seguimos pagando todos. Aún peor; financiará a escritores de éxito, que no necesitan ningún extra y olvidará a los escritores de pocas ventas.