Dicen que una de las motivaciones más grandes para escribir un blog es alimentar el ego. Debe ser cierto porque teniendo en cuenta que no nos pagan ¿para qué perder el tiempo que podíamos estar dedicando a cosas más productivas o, sencillamente, a no hacer nada?
Si uno lleva el tiempo suficiente con esto, más tarde o más temprano tendrá motivos para el regocijo; una serie de lectores fijos, algún reconocimiento e incluso salir en los medios. Como ya indiqué aquí, este blog fue finalista de los premios del periódico 20 minutos. A todos los participantes nos regalaron esta bonita camiseta:
Uno está tentado de decir aquello de fui finalista en los premios 20 blogs y todo lo que conseguí fue esta estúpida camiseta 🙂 .
El papelito que está debajo de la camiseta es nada más y nada menos que mi primer cheque de google. Cien dólares para el bolsillo a cambio de tener esa publicidad que pueden ver debajo del título de la bitácora. Pero no se lancen corriendo a poner publicidad google en sus páginas, me costó casi un año conseguirlos. Aunque claro, a mí tampoco me cuesta ningún esfuerzo.
No hace mucho una periodista se puso en contacto conmigo a través de un comentario en este blog. El motivo, aparecer en un reportaje junto a otros blogueros para las páginas de la sección Vivir de La Vanguardia. Aquí pueden verlo:
La cara no es que la tenga redonda por la satisfacción, es que me he saltado el régimen.
Espero sepan perdonar esta entrada ombliguista. En breve, más reseñas.
11 comentarios
Está bien que las aficiones den más satisfacciones que la profesión.
Te perdonamos y encima te decimos: si todo lo que sale de tu pluma es magnífico, ¿cómo no iba a serlo también tu ombligo?
Te lo mereces, amigo. Si yo fuera del Google, te daba otros cien dólares al día. Algo así como un sueldo nescafé pero por tus post.
OLE, OLE Y OLE
¡Vaya, cien dólares, Palimp!! que bien, ¡¡felicidades!!, seguro comprarás libros 🙂
Yo no veo la publicidad debajo del título de la bitácora, ¿por qué no lo veo? ¡no se! 🙁
Y lo digo ahora, más bien lo repito ahora: Tu debiste ser el ganador, no finalista, y no porque el blog ganador sea malo, por supuesto que no, sino porque eran diferentes y tu blog era para ganar en esta categoría. Pero bueno, para mi es ganador y eso me basta 🙂
De hecho se agradece que de tanto en tanto un blog haga un alto en el camino y descubra un poco los entresijos de lo que ocurre entre bambalinas.
Por muy formal y sobrio que pueda aparentar un blog suelen estar conducidos por una simple persona (y no un corporativismo empresarial).
Esa camiseta será estupida pero en su intrascendente utilidad cotidiana esconde un mensaje intrínsico en forma de reconocimiento colectivo (al igual que la entrevista sobre papel sepia)
Congratuleixons por los 100 pavos googlerianos.
Salut
Sabes de sobra que te mereces eso y más
Mis triples felicitaciones!
– Por los cien dólares
– Por la camiseta
– y por el bonito artículo de La Vanguardia (aunque eso de «rata de biblioteca» creo que no me ha gustado demasiado :/).
Aunque, todo hay que decirlo, te seguiremos leyendo aunque no cobres por Google, ni los de 20 minutos te nominen, ni aparezcas en La Vanguardia… 🙂
Muy divertido el post. Enhorabuena por el dinerito y el reconocimiento que eso supone para tu trabajo, una tarea espléndida por cierto.
Un saludo
(pongo ya mi nombre, porque el otro es demasiado largo)
Ese Palimp!!!
Has publicado en un periódico mexicano, te han entrevistado en un periódico de tirada nacional, has salido en la radio y has sido finalista de un premio trascendente.
Tio, estás en los medios!
Gracias a todos, esto también es un masaje a mi ego.
Rufus, lo de la camiseta lo digo porque en todas las ciudades turísticas (como Barcelona) se venden camisetas con el siguiente texto: ‘Mi amigo se fue de vacaciones a Barcelona y todo lo que me trajo es esta estúpida camiseta’. La camiseta del premio no es estúpida, está muy bien.
Mezkal; sí ¡estoy en la pomada! ¡De aquí a presentar un programa de televisión!
Felicidades por todo, por los cien dólares, por la camiseta (que he visto más arriba) por los cien pavos que no son moco de ídem… y por seguir manteniendo esa pasión por los libros… sí señor. Un abrazo, Cris
Gracias 🙂