Ediciones Robel, 2005. 298 páginas.
Segundo volumen de la extinta revista de ciencia ficción Asimov que compré de saldo.
Los relatos de esta edición son:
NOVELAS CORTAS
Bajo la bandera de la noche, Ian McDowell
Novela de piratas con elementos mágicos por el medio. Se deja leer.
Requiescat in pace, Eduardo Gallego y Guillem Sánchez
Un antropólogo investiga las curiosas costumbres mortuorias de un planeta. Aunque no sea ninguna maravilla tiene su punto gracioso.
Muy lejos de la tierra, William Barton
Un adolescente se mete de rondón en un platillo que lo lleva a un planeta desconocido. Insufrible.
CUENTOS
Una princesa de la Tierra, Mike Resnick
¿Qué harías si en el porche de tu casa apareciera alguien que afirma ser el protagonista de las novelas marcianas de Burroguhs? Más malo que hecho de encargo.
Huesos secos, William Sanders
En una cueva aparece el esqueleto de un humano con ropa moderna. ¿revolucionará la arqueología? No está mal narrado.
Perfeccionable, Geoffrey A. Landis
Microcuento sobre un científico que busca el bien universal. Pasable.
TK’TK’TK, David E. Levine
Vendedor perdido en un planeta de costumbres incomprénsibles. Nada original.
Regreso a la red, Tomás Donaire Mendoza
A un cibernavegante le ofrecen una droga que le permite volver a la red a cambio de realizar un trabajo para el gobierno. Demasiado inspirado en Neuromante, aunque el final no esté mal.
El colapso de la función ondulatoria, Steven Utley
Un viajero del tiempo intentará cambiar el universo para salvar a su mujer. Algo confuso y manido.
(aquí pueden ver el índice completo)
Cómo ven, no es que me haya causado mucho entusiasmo. En principio es un número de verano, lectura ligerita para no quemar mucho el cerebro. Ningún volumen de esta revista lo es. ¿Por qué sigo leyéndolos? En parte por si encuentro algo salvable, y en parte porque de vez en cuando a mí tampoco me gusta gastar neuronas. Hay gente que ve salsa rosa. Yo leo libros como este. Malos.
Escuchando: Te Voy A Come Tor Buyuyu. Mojinos Escozios.
10 comentarios
Hola, quisiera contactar contigo pero no encuentro el modo en la página ¿me escribes a a.ortiz (@) gmail.com y te comento? Un saludo
off topic (feel free for delete):
http://luchadores.wordpress.com/ se parece eh?
ando recopilando titulos (novelas sobre todo pero tambien cuantos eincluso poesia) cuyo movil sea el regreso (si trunco y fallido, mejor)al lugar de origen. ?me ayudan? pedro paramo encabeza la lista
Juan, se parece porque tenemos el mismo diseño de wordpress… hace tiempo que me planteo hacer un cambio y personalizarlo más, pero nunca encuentro tiempo.
Juanjose, voy a ver si le damos cancha a eso.
gracias, donoso esta por ahi tambien
Yo no sé cómo tenía tan buena fama (de hecho creo que se llevó un premio en la Hispacón), a mí la mayoría de cosas que publicaban en Asimov me parecían un bodrio, así, con todas las letras, ¡hombreyá!
¡Hombre! Por fin alguien que está de acuerdo conmigo. Esta revista ha sido mala antes y después.
A mi en cambio me gustó mucho el relato «Muy lejos de la tierra» de William Barton. Es un relato con un punto naif pero con un tono muy intrépido y decidido, una alegre fantasía escapista.
También me gustó mucho «TK’TK’TK» de David E. Levine. Tiene una gran ambientación y un buen corretón de humor.
«Requiescat in pace» de Eduardo Gallego y Guillem Sánchez también me pareció muy interesante. Una historia currada, creativa y con algunos elementos costumbristas camuflados entre tanta ciencia ficción (el ambiente de la universidad española en un ambiente interestelar, ja ja).
Sin embargo «Regreso a la red» de Tomás Donaire Mendoza y «Huesos secos» de William Sanders, me parecieron relatos bastante rutinarios, con personajes convencionales.
La revista Asimov me gustaba mucho y lamenté su cierre. Tenía historias muy brillantes como «La emperatriz de Marte» o «Oxígeno ascendente». A veces encontrabas relatos que no eran realmente de CF, como la historia de piratas «Bajo la bandera de la noche» de Ian McDowell, pero en general ofrecía una amplia panorámica de la ciencia ficción y con frecuencia había relatos que aportaban una buena dosis de frescura e innovación, muy estimulantes.
Me parece que en el fracaso de la serie pudo tener que ver con dos factores:
1º Es difícil que la gente se anime a comprar de manera continuada una revista de ciencia ficción mensual porque, a poco que lea alguna cosilla más, ya no da tiempo a leer cada mes todas las páginas de la revista. En una segundo período de la revista pasaron a periodicidad bimestral, pero el aumento de precio y tamaño de la revista posiblemente resultaron algo disuasorios. En la paralela revista de fantasía se podrían ubicar relatos como el de «Bajo la bandera de la noche», que en una revista de CF no encajan bien.
2º El mercado español es pequeño. Entre todos los lectores habituales de literatura de España hay un porcentaje pequeño de lectores de ciencia-ficción (los gustos literarios en España tienden exageradamente al realismo) y eso, en un país de solo 45 millones de habitantes, supone un mercado potencial muy pequeño. Estados Unidos tiene 300 millones de habitantes, un mercado que puede mantener estupendamente revistas minoritarias de este tipo, pero el mercado español no alcanza.
¿Qué se podría hacer para que un nuevo intento de editar esa revista en castellano tuviera éxito? Propondría dos medidas:
1ª Ajustar la periodicidad y el tamaño: La editaría con periodicidad bimestral y con el tamaño que tenía cuando era mensual. Si eso parece escaso, se podría editar paralelamente otra revista dedicada al género de fantasía, tan emparentado con la ciencia ficción, de manera que un mes se editara la revista de ciencia ficción y al siguiente la de fantasía. Habría lectores que optarían por una u otra revista de manera exclusiva y alguno que compraría las dos.
2ª Distribuir la revista a escala hispanoamericana: Esta me parece que sería la medida más decisiva, ofrecer la revista a un mercado de tamaño suficiente para sostenerla. Si al mercado español añadiéramos el argentino (tan aficionado a la CF), el chileno, el uruguayo, el colombiano, el mejicano y quizá algún otro más, el mercado resultante ya se aproximaría más al tamaño del estadounidense, haciendo más viable a la revista. Claro está que esto supondría que en la revista también deberían aparecer relatos de autores hispanoamericanos.
El mayor problema de una revista de estas características es la distribución. Para llegar a un mercado tan grande necesita tener una red importante que muy pocas editoriales tienen.
Por otro lado creo que también ha tenido que ver la poca calidad de la revista. Muy pocos relatos son destacables.