Tropo editores, 2010. 346 páginas.
Libro recopilación de otros del autor, conteniendo una gran cantidad de cuentos y sin que sirva de precedente en listas tan largas, aquí los pongo:
LAS MIXTIONES NATURALES
El paso de la garra del año
El pisapapeles
Plantas herbívoras
Días felices
Infierno
Smith Corona
El garfio
Parte meteorológico
Anomalía
Iris
Muerte como lomo de pez
Anfibio
El diablo persa
Edén Exprés
Las patas de la víbora
El perro verde
Merodeadora
Biomórfico Canal Trece
El dulce advenimiento del repartidor de carne
La telaraña
Preludio para la siesta de un buzo
GABINETE VICTORIANO:
El Lecho Celeste del doctor Graham
Prodigio austral
El manuscrito de Argyll Moore
LOS LANCEROS DEL TIEMPO
Donde la reina Ginebra se prenda de la quintaesencia de Sir Elidore de Finn Erin.
El coleccionista de bastones
Eclipsándonos
Donde las órbitas retornan
La vaina
Almanaque de asombros
La considerable y fabulosa vida de
Boomerang
LOS BAOBABS
Wu
Franz y los ornitorrincos
Botany Bay Blues
Los mil cerezos de Yoshitsune
La diligencia del abismo
Los ujiji
Daiquiri
Espadas negras
Persecución de gansos en las montañas Catskil
CUENTOS DEL FUMADERO
Armonía de las esferas
Ojos de animal de bajo tierra
Licor de sombras
Van Utt y el millar de mundos
Los durmientes
COREOGRAFÍAS DEL GUARDAGUJAS ALEGRE
Balada de la calle del agujero en la media
Sed Lex
Informe trimestral del delegado en el continente de la Sociedad de Proveedores del Parnaso Literario
Amargo
Luz rasante sobre las nubes
Contratiempos
Cabrasrelojesdeshollinadores
Prajna Paramita S utra
Bárbaro solo
Entre tanta cantidad, es inevitable una gran variedad de calidad. Confieso que más o menos la mitad de los cuentos no me gustaron e incluso hay bastantes sin pulir. Pero la otra mitad compensa de sobras y el resultado merece la pena, aunque hay que leerlo poco a poco para que no dé empacho.
La siguiente edición, si puede ser con selección. Más reseñas: Ángel Olgoso: Los líquenes del sueño y algunos cuentos breves: LOS LÍQUENES DEL SUEÑO .
Calificación: Irregular pero bueno.
Extracto:
ANFIBIO
Todas las semanas Irineo Arroyo les lleva flores frescas a sus tumbas. Lirios para su mujer y tiernas umbelas para su hijo. Habían muerto en un horrible accidente, señalados por el brusco y caprichoso dedo de la muerte. Sin prisa, Irineo arrastra su melancolía entre los surtidores de polvo de oro y las cúpulas de cristal opaco. Se ha acostumbrado al olor especiado que emana de las rejillas y a la bruma roja que se desliza a ras del suelo. El primer día le pareció un crimen esa música que, aunque suave, envolvía el recinto del camposanto. Pero con el tiempo sus sonidos no sólo han dejado de angustiarle, sino que le sirven para proteger su incurable herida de esposo y padre. Todas las semanas, frente a los túmulos, sondea una y otra vez su vida en familia, una vida tapizada de sufrimientos y, sin embargo, con algunos breves y hermosos relámpagos de intensidad. Irineo dibuja mentalmente los pantalones cortos de su hijo, las manos de su mujer componiendo las rosas en el jarrón del dormitorio, su saquito azul de algodón, sus labios jugosos y cómplices. Irineo llora, aunque no derrama lágrimas. Se limita a seguir el bordillo mineral que lleva hasta las cruces. Hoy la brisa vespertina deslía su tenue velo en torno a los faroles y a los regueros sulfurosos y malvas de los panteones. El diafragma oprime el corazón de Irineo. Su familia ha entrado por un ojal del que ya no puede salir; ahora forman parte, con las raíces y los pequeños insectos, de otra comunidad, la que se desmigaja en el fondo orgánico de la tierra. Todas las semanas Irineo les lleva flores frescas a sus tumbas. Lirios para su mujer y tiernas umbelas para su hijo. Cuando termina la acción se vuelve y sigue el bordillo que lleva hasta su sepulcro, su propio sepulcro, levanta la losa y se introduce en él cuidadosamente, dolorido, un tanto taciturno y ansioso, ansioso porque su mujer y su hijo lo visitan mañana.
Un comentario
holaaaa wey