Astiberri, 2008.
Tit. Or. Great lies to tell small kids. Trad. Óscar Palmer.
Andy Riley se ha hecho famoso por sus conejitos suicidas, y ese humor negro un punto absurdo se encuentra también en las páginas de estas mentiras. Se equivoca quien lo compre para leer a los niños, pero acertará quien los tenga y se imagine diciéndolas a sus hijos.
Se lee en un suspiro, con una sonrisa en la boca y hay momentos de verdadera carcajada. No se ha hecho famoso el autor por nada. Sólo un pequeño apunte; hay una viñeta con un texto encriptado que no está traducida, posiblemente porque a nadie se le ocurrió que había un texto escondido.
Delicioso. Más reseñas y, lo que es más importante, escaneos de las viñetas, aquí: Grandes mentiras para niños pequeños, Andy Riley: Grandes Mentiras para Niños Pequeños y Grandes Mentiras Para Niños Pequeños.
Calificación: Muy bueno.
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