Ediciones Península, 2001. 216 páginas.
Tit. Or. L’ombra di Ulisse. Trad. Bernardo Moreno Carrillo.
Imágenes de un mito en la literatura occidental
Un miserable euro costaba un ejemplar de este libro en un puesto de la feria del libro de Barcelona (y tenían muchos). ¿Tan poco interés tienen las aventuras de Ulises? Aunque el libro fuera muy malo, por un euro tenía que comprarlo.
La Ilíada es una sucesión de batallas, pero la Odisea es una historia, una serie de aventuras por las que parece no pasar el tiempo. Ulises se ha convertido en un arquetipo capaz de integrarse en todas las épocas. De la capacidad de adaptación del mito a cada momento trata este libro.
No se trata de hacer un catálogo sobre la aparición de Ulises en diversas obras de la literatura universal, catálogo que además de incompleto sería innecesario, sino de analizar como se interpreta el mito de Ulises en diferentes épocas y culturas. La interpretación de Dante en la divina comedia no es la misma que la de Tennyson.
Aviso; el libro, aunque didáctico, no es divulgativo. Para un lector medio como yo tiene párrafos que se hacen cuesta arriba. No estoy acostumbrado al lenguaje técnico que maneja, aunque supongo que cualquier estudiante de filología no tendrá los problemas que he tenido yo.
No se dejen asustar por la dificultad de la empresa; el esfuerzo merece la pena, sobre todo en la segunda mitad del libro. Una visión erudita y original de uno de los mitos más vivos de occidente.
Escuchando: He sido infiel. Sonotones.
Extracto:[-]
Ulises se ha convertido en prisionero de un campo de concentración. La alta mar abierta quiere decir «cuando el horizonte se cierra sobre sí mismo, libre, recto y simple», cuando no hay más que el olor a mar, una «dulce cosa ferozmente lejana» de la realidad de Auschwitz. La poesía es capaz de expresar la experiencia presente y de evocar con transida nostalgia la experiencia pasada, de unir el otro mundo con éste, que es el verdadero otro.
En la memoria se produce otra laguna. Levi quiere relatar el loco vuelo allende las Columnas de Hércules en prosa («un sacrilegio»); y, sin embargo, sólo ahora, en el lager, nos percatamos de que la orden aceto che Vuom piú oltre «non si metta» tiene que ver precisamente con el impulso personal de Ulises {misi me). Como si la poesía cobrara un sentido más profundo en el recuerdo y en la exaltación súbita en medio de la «muerte en la vida» de Auschwitz; como si la crítica literaria pudiera tener origen precisamente en este suprema hora de sufrimiento.
La prisa, la ansiedad, se adueñan del comentador. Habría tantas otras cosas que decir… Hay una frase especial: «Considerad vuestra naturaleza». Levi puntualiza a Pilcólo que se trata de un pasaje crucial. Pero este apostrofe lo impresiona a él más que a nadie. «Como si también yo lo sintiera por primera vez; como un toque de clarín, como la voz de Dios». Durante un instante, ha olvidado quién es y dónde está, pues éste es un mensaje dirigido a «todos los hombres dolientes» y, en particular, a los prisioneros del campo de concentración y a ellos dos, que se atreven a «razonar de estas cosas con los varales de la marmita a cuestas». En un abrir y cerrar de ojos, desde el lager de Auschwitz, Levi da al traste con la interpretación ortodoxa y tradicional del terceto. En medio de la catástrofe de la civilización europea, la realidad del presente y la cultura clasico-humanista de un judío italiano hacen coincidir el deseo pagano de conocimiento y la virtud con el destino primigenio del hombre, antes del pecado original, en el Génesis: el hombre no fue hecho para vivir como un bruto, sino, según «la voz de Dios», a su imagen y semejanza.
Interpretación ejemplarmente revolucionaria, que va incluso más allá que la exégesis «romántica» de la que se ha hablado en el segundo capítulo. A esta lectura nadie se atreverá a negar una verdad de fondo. Es verdadera para quien lee la poesía en circunstancias extremas, en el otro mundo. Y contra esta verdad no hay filología (no hay reconstrucción del
contexto epistémico-cultural originario del poema dantesco) que valga. Es el hombre en la historia quien presta sentido al texto poético.
Pero el mismo texto que estamos leyendo ahora aparece también dividido. Otra laguna memorística hace a Levi saltarse los cuatro tercetos del viaje allende las Columnas bajo las estrellas y la luna. Aquí está la montaña, oscura por la distancia como las que se ven al atardecer cuando se vuelve en tren de Milán a Turín («dulces cosas ferozmente lejanas» «que se piensan, pero no se dicen»), y el naufragio. Levi daría el rancho cotidiano por conseguir enlazar «non ne avevo alcuna» con el final; pero le bailan en la cabeza otros versos dantescos que no tienen nada que ver. A las puertas de la cocina, la nave es ludibrio del mar tempestuoso, se hunde popa arriba y proa abajo «como a otro plugo». Levi encarece a Pikolo:
Es absolutamente necesario y urgente que escuche, que comprenda este «come altrui piaeque» antes de que sea demasiado tarde, mañana, él o yo podemos estar muertos, o no volver a vernos, debo hablarle, explicarle lo de la Edad Media, del tan humano y necesario y sin embargo inesperado anacronismo y de algo más, de algo gigantesco que yo mismo sólo he visto ahora, en la intuición de un instante, tal vez el porqué de nuestro destino, de nuestro estar hoy aquí…
Las historias de prisioneros de Auschwitz, nos había dicho Levi anteriormente, son todas «sencillas e incomprensibles» como las de la Biblia; todas están «llenas de una trágica y sorprendente necesidad». El anacronismo del relato dantesco, el conflicto entre el pasado pagano de Ulises y su presente cristiano en el infierno, el encuentro de los dos horizontes culturales, hacen del canto XXVI del Infierno el equivalente de la Biblia y, al mismo tiempo, de la tragedia, cuya trama, según Aristóteles, se desarrolla según lo necesario y lo verosímil, y donde hechos terribles y lamentables nacen el uno del otro «contra toda expectativa».
3 comentarios
Leyendo tu post, me ha venido a la mente la tesis de Adorno acerca de Ulises. Ya casi se me había olvidado…
Un saludo.
Pues yo no la he leído ¿La recomiendas?
Me ha sorprendido que este libro costara un euro. De hecho, estoy realizando un trabajo de investigación sobre la figura de Ulises a lo largo de la literatura y la historia occidentales, y le atribuyo a éste libro de Boitani un valor cultural incalculable. Es verdad que es un libro bastante técnico, pero no tanto como para que no pueda ser entendido por alguien que no sea especialista. Como todo buen libro en forma de ensayo que merezca la pena, es recomendable leerlo un par de veces como mínimo. Lo más interesante de esta obra es la forma en la que el autor investiga cómo la historia influye en las reinterpretaciones que cada época realiza sobre el mito de Ulises en particular, y sobre el acerbo cultural en general. Pero también la forma en la que la poesía y la literatura influyen en cada época histórica, determinándola no en menor medida en la que se deja determinar por esta.
por lo que decíais en los comentarios, la tesis de Adorno sobre Ulises de la que habla Seleucus es, si no me equivoco, la que aparece en «Dialéctica de la Ilustración», obra que escribe junto a Max Horkheimer y lo que dice, en términos generales, es que el prototipo del burgués de la Edad Moderna, el sujeto de «dominación» de la naturaleza (y de los proletarios) ya está presente en la figura del Ulises de Homero. Es una tesis que cuenta con fieles y detractores. Personalmente creo que no hay motivos para desecharla por absurda, quien queira, que lea el razonamiento de Adorno y Horkheimer y que juzgue. Pero tampoco hay motivos para «desencantar» y privar del enigma sugerente que envuelve la figura del héroe griego.
Saludos!