Institut del teatre, 1983. Biblioteca teatral. 158 páginas.
Tit. Or. The taming of the shrew. Trad. Josep Mª de Sagarra.
21 personajes. 17 hombres y 4 mujeres.
Misoginia exaltada
Shakespeare de nuevo por estos lares, con una comedia que ha inspirado también alguna que otra adaptación a la gran pantalla, aunque con un espíritu diferente al de Shakespeare.
Un señor decide gastarle una broma al calderero Cristofor Moscamorta, haciéndole creer que es una persona importante que soñaba ser un calderero. Unos comediantes recién llegados interpretarán para él la siguiente comedia:
El noble Baptista tiene dos hijas. La joven es un prodigio de belleza y virtud. La primera tiene un carácter tan endiablado que no hay pretendiente que aguante diez minutos con ella. El padre pone como condición para entregar a Blanca, su hija más joven, en matrimonio que Caterina, su hija mayor esté casada. Los pretendientes de Blanca verán el cielo abierto cuando Petruchio afirma que se casará con Caterina.
La obra es una especie de ‘teatro dentro del teatro’, aunque al final del destino de Moscamorta nada se nos dice. El discurso con que la amansada Caterina pone fin a la pieza alabando las virtudes masculinas, y dejando bien claro cual es el papel de la mujer, obedecer al marido, no suena demasiado bien a nuestros modernos oídos. Y es raro, porque en otras piezas de Shakespeare (como en las alegres casadas de Windsor) la mujer no tiene un papel tan pasivo. Se dice que no toda la obra fue escrita por él; ignoro si es así. Lo que si les puedo asegurar es que, de todas las obras que he leído de Shakespeare, es la que menos me ha gustado.
(Un día, un libro 91/365)
Escuchando: ‘Guerra mundial’, Joaquín Sabina
2 comentarios
Espero que en esta colección esté Tito Andrónico, mi favorita. A ver si te animas a reseñarla.
Está, está. Cuando la lea prometo reseña especial.