Plaza y Janés, 1961. Trad. Jorge Ferrer-Vidal.
Tit. Original: The Mansion, 1959. 496 pag.
El fin de una época mítica
Menudo libraco. Y menudo autor. Este libro lo encontré en un puesto del mercado de San Antonio, y al ir a comprarlo vi de refilón el anterior que he comentado, de Alejo Carpentier, así que compré los dos. En ambos casos son dos de los pocos libros que me faltan para tener las obras completas de ambos autores.
Y es que Faulkner es un autor que me encanta. Y me enganché a él de la manera más tonta; me dejaron el libro ‘Gambito de caballo’ -quizá una de sus obras más fácilmente digeribles- por mi afición a la novela policiaca -el libro trata de eso-. Y, a partir de ahí, he ido buscando y leyendo todos sus libros, aunque nunca más he vuelto a encontrar ningún tema parecido, ni de lejos, al de las novelas policiacas. Pero cuando leí ‘Absalón, Absalón’ terminé de enamorarme de la literatura de este hombre, y así hasta ahora.
Las historias de Faulkner respiran sentimientos básicos, primitivos, atávicos. Situadas en el condado imaginario de ‘Yoknapatawpha’ (y espero haberlo escrito bien, que lo hago de memmoria), sus protagonistas son gentes de pueblo, gente común movida por pasiones desoladoras y, en muchos casos, inexplicables. Todo esto envuelto en una prosa densa, densísima, que nunca toma el camino más corto para ir de A a B. Una prosa que se pierde en meandros, dando vueltas y más vueltas, hasta que, cuando por fin llegas a tu destino, ya prácticamente no te importa. Y no deja de ser curioso que el poseedor de esta prosa ardua fuera guionista en Hollywood (algo que no duró mucho tiempo porque a mí sigue sin cuadrarme el binomio Faulkner+Hollywood).
En este libro acaba la trilogía empezada en ‘El villorrio’ sobre el clan de los Snopes. Como el propio autor, en un prólogo genial, advierte al comienzo de la obra, espera que el lector encuentre menos incongruencias que las que él mismo ha encontrado. Se justifica diciendo que, después de 35 años, cree haber aprendido más acerca del corazón humano. Y es cierto. Faulkner es un escritor que nunca juzga a sus personajes, por más despreciables que sean. Su capacidad de comprensión, como autor, es infinita. Su ternura y su humanidad, también.
El libro arranca con la historia de Mink Snopes, condenado a cadena perpetua por haber asesinado a su vecino, en un acto de justicia poética, y avanza a través de los años hasta llegar a la época actual (del escritor, 1959). Vemos aparecer a toda la galería de personajes del condado de Yoknapatawpha, vemos como se instala la modernidad en el Recodo del Francés, y vemos como al final Mink Snopes es liberado, tras pasar 35 años en la cárcel, y el final de todo, final que, por supuesto, no voy a contar aquí. Es un libro que se lee con gusto, no se si porque la prosa de Faulkner se ha dulcificado un tanto, o porque yo ya me he acostumbrado a leerlo. Y, para los seguidores de sus novelas, representa un ‘resumen final’ que ata algunos de los cabos que, por intención del autor, o por falta de imaginación de este lector, habían quedado sueltos en las novelas anteriores.
He disfrutado cada una de las páginas, y, cómo no, recomiendo su lectura a todo el mundo; quizá sería mejor leer antes alguna de sus otras novelas, pero creo que todo el mundo, aunque sólo sea una vez, debería leer algo de Faulkner.
(Un día, un libro 14/365)
4 comentarios
Este Viejo Tira Goma… no se encuentra ningun resumen de sus libros
Es muy difícil resumir un libro de Faulkner, como intentar resumir la biblia.
pues acabo de comprar este libro aquí en londres, de segunda mano, es lo primero que voy a leer de Faulkner… ¡pero no tenía ni idea de que fuese una tercera parte! ¿Crees es necesario leer las dos anteriores o puede leerse, comprenderse y disfrutarse esta novela por sí sola?
Puede comprenderse -o descomprenderse, porque es enrevesado- sin haber leído las otras partes. Ánimo porque Faulkner es bueno pero no fácil.