Como dice Bolaño en la nota manuscrita del año 2000 que aparece en la última página los azucarillos del café Bretón son las páginas de un libro posible. En cada azucarillo hay un poema y una ilustración configurando una lectura que solo se completa si uno es adicto a este establecimiento… o ahora cuando han aparecido todos en forma de libro.
Poemas alrededor del café y los cafés que nos hablan de tardes grises, amores imposibles y espejos negros como la noche. Dejo muestras. Lo conseguí gracias a la insistencia de Pili, que lo pidió descaradamente donde lo tenía que pedir. Gracias.
Muy bueno.
ME CASARÉ EN LOGROÑO
Me casaré en Logroño con una tabernera.
Será testigo mío Bretón de los Herreros.
Serán testigos de ella todos los taberneros.
El tinto andará libre como la primavera.
Bendecirá la boda Gonzalo de Berceo.
La novia estará hermosa. Yo juraré ser fiel.
Irán poetas ebrios empinando el jaleo.
Estallará de fiesta la calle del Laurel.
Armando Buscarini será mi convidado.
El principal de todos, por ser un olvidado.
Llegará zigzagueando como el viento de otoño.
Ante el alcalde afirmo que un día de algún año,
Aunque parezca un sueño presuntuoso y extraño,
Con una tabernera me casaré en Logroño.
Y dijo el sabio alemán:
Café
Esperanza
y Caridad
son las tres
todas verdad.
El sabio contestó malayo:
De café
una taza
un croissant
y después
que me parta un rayo.
J. Weissmuller
LOS POROS Y LOS POSOS
No me mueve, mujer, para quererte
el seno que me tienes prometido
ni me alucina tanto el vellocino
para dejar por eso de perderte.
Si he quedado contigo en el café,
con la que está cayendo y se avecina,
es porque soy una isla a la deriva
y preveo naufragios a granel.
Con conversar contigo ya me alivio.
Olvídate de Sísifo y la roca
que el sabor del café me pone tibio.
Con absorber la rosa de tu boca,
mientras me cuentas chistes del Gobierno,
desvío la espiral que me provocas.
Luis Martínez de Mingo
DRY MARTINI
Está helado el cristal. La luz habita dentro
aunque esperan también las sombras o el recuerdo.
Doce partes de azogue y una luz amarilla.
La corteza y el humo. La amargura. La nada.
José Antonio Blanco
LA TARDE ES UN PARAGUAS AMARILLO
La tarde es un paraguas amarillo
y el bar tiene la luz de un muelle por enero.
Estos versos de ron sobre la mesa,
no son más que una forma de esperarte:
donde quedó el verano quedé yo.
Barcas quietas como minutos en el puerto
y un cardenal de sol en las palmeras.
La tarde es un paraguas amarillo.
Francis Quintana
Mi voluntad dormita bajo la superficie
brillante y negra de una taza de café.
Julio Torri
POEMA DEL CAFÉ
Yo le rezo al café de la mañana.
Le pido que me traiga la paciencia
de la que está hecha, sí, toda alegría.
Le pido conversar con mis abuelos,
que llevan muchos años en la tumba.
Le pido que me traiga los recuerdos
que me enseñen quién fui, y cómo seré algún día.
Y le pido también, con cada sorbo,
que hasta mí traiga el canto de los mirlos,
y unas nubes huidizas, y una música
que me haga regresar a los lugares
en los que nunca he estado. Y le pido
el amor de los míos, que es tan frágil
como el brezo que crece entre las rocas.
Eduardo Jordá
Deberíamos amanecernos un día
y dejar que el café
nos suelte la lengua
hasta la boca de enfrente.
Gabriela Collado
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