Hace poco Alberto Fernández, creador de la bitácora Cerebros no lavados, denunció la existencia en la Universidad de Girona de un postgrado de arquitectura con un temario bastante pseudocientífico. Después de que el asunto saltara a la prensa, e incluso de que el organizador del curso dijera que la campaña en contra del curso tenía un tono amenazador -cosa que no es cierta- la universidad decidió retirar el postgrado. Pero no contentos con eso, cambiaron el temario, y en El fondo del asunto confrontan los dos temarios de una manera clara:
El juego de las diferencias de la Universidad de Gerona
Desaparece cualquier referencia al Feng-Shui, y clases como ‘Nociones básicas de energética oriental’ se transforman en ‘Nociones básicas físicas: espectro leyes y detección’. Algo bastante estúpido, porque en estos tiempos es fácil acceder a la caché de google, hacer una captura de pantalla, y demostrar que se ha alterado el producto.
Entiendo que una universidad se dedique a montar este tipo de cursos. La crisis aprieta y todo ingreso es bienvenido. Pero no todo vale, y comprometer la seriedad de la universidad con temarios sin validez científica es un juego peligroso. Pero tirar la piedra y esconder la mano es más vergonzoso aún. Además de que cambiar el temario es darle la razón a Alberto; si estuvieran seguros de sus asignaturas no tendrían por qué cambiarlas.
La disyuntiva es curiosa; si anuncian que en un curso dan Feng-Shui, se arriesgan a que los critiquen. Pero si no lo anuncian -aunque luego lo impartan- se arriesgan a que no les venga el público objetivo, lo que todavía es peor.
En cualquier caso un aplauso a Alberto Fernández y a todos los que velan para que el oscurantismo no invada las universidades españolas.
No hay comentarios