Penguin Random House, 2015. 294 páginas. Ya leí hace tiempo un libro del autor: Economía liberal para no economistas y no liberales y decidí no leer ninguno más. Ni estoy de acuerdo con la ideología del autor ni en como expone sus ideas. Pero obligado por un curso que estoy haciendo me toca leer esta Economía en colores. Nace de un programa que se emitió en TV3 donde dentro de cada color se explica un término económico. La idea no es mala, pero el autor escogido sigue sin ser santo de mi devoción. En este libro me he encontrado con varias cosas que se puede matizar y otras que se pueden criticar sin problemas. Una de ellas. Saca a colación un estudio sobre cuánto costaría en otros tiempos tener la iluminación de una bombilla. De acuerdo al mismo hemos pasado de unos céntimos (y poco tiempo de esfuerzo laboral) de una hora de luz a las más de 54 horas que le costaba a un hombre prehistórico obtener lo mismo. Aquí me dije, un momento, ¿54 horas para una hora de luz? Alguna acampada he hecho y no hemos tardado tres días en conseguir leña para hacer el fuego de…
Editorial DeBols!llo, 2007. 278 páginas. El liberalismo va a llegar Si no recuerdo mal este libro me lo recomendó The happy butcher. Es difícil separar la economía de la política, así que muchos libros de économía incluyen, además de sus tesis, defensas más o menos encubiertas y más o menos acertadas de las ideas de sus autores. Tenía ganas de leer un libro que por un lado fuera una defensa del liberalismo y por otro estuviera escrito por un economista de prestigio. Éste lo es, aunque más que ser una explicación -como dice el título- de la economía liberal para no economistas y no liberales es una agrupación de artículos publicados en diferentes medios. La primera parte más estructurada en torno al tema y la segunda directamente una selección de artículos. Vaya por delante que leí el libro con espíritu crítico. Estoy de acuerdo con algunas tesis que defienden los liberales, pero creo que tienen más confianza en su sistema de la que merece. Mi opinión sobre las ideas que el autor desarrolla es parecida. Muchas me parecen acertadas, pero otras totalmente desencaminadas. Veamos una muestra. Un acierto: los economistas no tienen que predecir. Su labor es diagnosticar una situación…