DVD, 2001. 188 páginas. Diario del autor durante el año de 1999, con la amenaza del fin del mundo pronosticada por Nostradamus. Le hace un corte de mangas y, pese a los problemas que la vida da siempre, seguirá adelante. Entre otras cosas porque la escritura nos salva. Me alegra haber leído este libro. No está, como se afirma en el prólogo, lleno de grandes ideas. Tampoco hace honor a la fama de bruto y descarnado que tiene el autor. Realmente es un libro bastante doméstico, pudoroso incluso, puesto que sus grandes problemas se adivinan pero nunca se explican. Algunos ejemplos: comenta que las hijas de algunos amigos han leído sus poemas, en los que se habla de lamer culos, pero no aparece nada de sexo explícito. Hay de fondo problemas de pareja, pero nada sabemos. Critica a los periódicos y revistas culturales que no pagan las colaboraciones, pero no es ni excesivamente cruel ni rencoroso. Y está bien así. Como he dicho muchas veces soy un enamorado de las cosas pequeñas, sin aspavientos, cotidianas. Además me ha proporcionado unas cuantas pistas sobre escritores a seguir. Recomendable. Y folio todo lo que puedo. Pero nunca es suficiente. Es curioso: si…