Anagrama, 2016. 156 páginas. Un joven madrileño visita de tanto en tanto a su amante, un obrero francés cincuentón que ha contraído el SIDA. Iremos conociendo cómo empezó su relación, los celos, las diferencias de clase y los desencuentros entre ellos. Última novela escrita de Chirbes, breve pero densa, centrada en el protagonista que creció a través de un amante del que finalmente se separa por desencuentros que cualquiera que haya amado puede reconocer. Una historia tan corta como intensa. Bueno. La primera vez. Viernes por la noche. El camarero de L’Italien me sentó en la misma mesa que a un cincuentón taciturno que sólo levantó la cabeza al final de la comida —había mantenido durante todo el rato la vista fija en el plato—, para ofrecerme l’île flottante que acababa de depositar delante de él el camarero que, cuando le pedí el mismo postre para mí, se había excusado diciéndome que la que acababa de servirle a mi vecino de mesa era la última île flottante que quedaba en la cocina. Tarte aux pommes, fondant au chocolat, mais non plus d’île flottante. Rechacé el inesperado ofrecimiento del hombre —muchas gracias, usted lo ha pedido antes, cómaselo—, pero él insistió:…
Anagrama, 2007, 2008. 418 páginas. La novela más famosa de Chirbes -también es mi preferida- de la que llegó a hacerse una serie pionera en el terreno de hacer buena ficción audiovisual en este país. Un retrato coral de la época pre crisis narrado en primera persona por una serie de personajes relacionados. Ahora que sabemos en qué acabó todo eso de ‘España va bien’, el pelotazo inmobiliario y la vida a todo trapo de algunos que se estrelló contra un muro de ladrillo, este libro nos sirve para entender mejor esa época. Más reseñas aquí: Crematorio y aquí: Crematorio Muy recomendable. Ernesto propuso un brindis por su inminente viaje que, además de a Nueva York, iba a llevarlo también a visitar México (ese viaje era el que había dado pie para el inicio de la discusión). Me acordaré de vosotros, dijo, cuando suba al Empire State me acordaré del tío Rubén, el rey del béton; y cuando camine por el puente de Brooklyn, que tantas veces veréis en el cine y en las series de televisión, tendré un recuerdo para vosotros (ponía voz de pedagogo bondadoso dirigiéndose a Félix y a Miriam); y cuando vea, desde el barquito, la…
Anagrama, 2004. 374 páginas. Con la cabeza llena de recomendaciones de Crematorio y teniendo a mano este libro, decidí empezar con él para ver cómo era la prosa de Chirbes. Fue un error. El libro está bien escrito, pero Crematorio -lo puedo decir ahora- es mucho mejor. Una colección de artículos o semblanzas de diferentes ciudades. Se lee con gusto, pero si no has estado en casi ninguna -como es, tristemente, mi caso- el interés es relativo. Para amantes de los libros de viaje supongo que será excelente. No he encontrado reseñas, sólo artículos, enlazo este: Rafael Chirbes reflexiona sobre la vida con un recorrido literario por ciudades de todo el mundo. Calificación: Bueno. Sorprende a quien visita la ciudad la abundancia de buena arquitectura levantada a lo largo de tantos años, el volumen de obras de arte que sigue guardando Amberes, tras tantas sombrías etapas de decadencia, tantas guerras, saqueos, incendios, mutilaciones y destrucciones patrimoniales: siniestros avatares que han hecho desaparecer retablos góticos y barrocos (Amberes se hizo famosa por su arte para tallar retablos en madera), frescos, muebles, tesoros. Leonardo da Vinci se lamentaba, no sin ironía, de la fragilidad de la música, que sólo dura un instante,…