Tusquets, 1998. 106 páginas. Tit. Or. La première gorgée de bière et autres plaisirs minuscules. Trad. Javier Albiñana. 35 piezas cortas que nos hablan de pequeños placeres de la vida, detalles que solemos pasar por alto y que por ejemplo ahora, confinado en mi casa, añoro de una manera que no podía imaginar. Con un lenguaje que roza la poesía, en un dulce vaivén, como tomar el sol en una terraza una tarde de verano mientras nos preparamos para tomar ese primer sorbo de cerveza. Otras reseñas: El primer trago de cerveza y otros pequeños placeres de la vida y El primer trago de cerveza y otros pequeños placeres de la vida. Recomendable. Casi podríamos comer fuera Lo que importa es el «casi», y también el condicional. Así de entrada, parece una locura. Estamos apenas a principios de marzo, y durante toda la semana hemos tenido lluvia, viento y aguaceros. Y, mira por dónde, todo ha cambiado. Ya desde la mañana, ha salido el sol con una intensidad mate, una fuerza tranquila. La comida está lista, la mesa puesta. Pero incluso dentro ha cambiado todo. La ventana entreabierta, eV rumor