Palabras del candil, 2010. 292 páginas. Sincero y hermoso Compré este libro hace exactamente un año, en el festival Munt de mots, cuando fui a contar cuentos infantiles con mi hija, y lo reseño ahora, cuando ayer hice lo mismo pero acompañado de los dos peques. Está bien que un libro de un cuentero esté acompañado de sesiones de cuentos. Ya me lo recomendaron cuando lo compré, y acertaron plenamente. El autor va contando anécdotas, historias, reflexiones, todas relacionadas con las palabras y el arte de narrar. Se lee con mucho placer, y es de esos libros que uno sabe que volverá a leer una y otra vez. Parece lógico que quien se gana la vida contando historias sea capaz de contarlas también bien en un libro, pero no es tan frecuente. Un libro muy recomendable y, para los del oficio, imprescindible. Calificación: Muy bueno. Un día, un libro (54/365) Ojo a los extractos, que dejan el aroma del libro entero: palabrotas Lucía tenía 7 años. En los años 40, sí, del siglo pasado, y en una familia como la de ella, conservadora hasta los calzoncillos. Dice Lucía que era una niña piadosa que comulgaba todos los días. Por razones…