Melusina, 2020. 460 páginas. Recorrido desde los años 60 del Madrid más macarra desde aquellos de la Costa Fleming hasta tiempos más modernos. Gente de mal vivir que deambula por los barrios de Lavapiés, Malasaña o La Prosperidad antes de gentrificaciones y que junta a rockers con jevis, pioneros del hip hop o incluso pijos que han salido ovejas negras y se mueven en estos ambientes como pez en el agua. Todo bajo la sombra de la droga, especialmente de la heroína a finales de los 70 y los 80, que hacía que muchos robaran para pagarse la adicción y que otros traficaran con el ambiente de violencia que esto conlleva. Como yo no soy madrileño ni vivo allí mucho de lo que cuenta me es desconocido, pero el ambiente y los tipos no solo son interseculares, sino que son también universales. Se nutre de informantes orales, lo que le da un sabor especial al libro y aunque no podamos poner la mano en el fuego sobre la verosimilitud de las historias que aquí se cuentan, todas tienen su puntito canalla. Confieso que al final estaba un poco saturado de tanto macarrismo, pero he disfrutado mucho del libro. Bueno. «Ya…
Melusina, 2009. 140 páginas. Trad. Albert Fuentes. Tit. or. A history of satanism. Más que un exhaustivo estudio histórico el autor aprovecha para criticar la credulidad e irracionalidad de los padres de la iglesia, capaces de creer historias increíbles de posesiones demoníacas. Se afirma sin mucha prueba documental -no digo que no la haya- que hubo algún culto real en la edad media, un eco del paganismo. Ha sido una lectura curiosa, más por el estilo desenfadado que por la erudición. Se incluye un apéndice muy interesante sobre el caso de unos mistificadores y hay bastantes referencias a la masonería. Había otra versión de esta profunda especulación, y tiene el mérito de explicar realmente por qué los demonios se pasan todo el día y toda la noche intentando corromper a hombres y mujeres que, de lo contrario, no mostrarían la menor inclinación a pecar. No sé si algún guionista de Hollywood habrá leído el apócrifo Libro de Enoch, pero si han tenido la ocasión de ver recientemente La mujer del obispo, pueden hacerse una idea de lo que digo. Cary Grant es un ángel (por muy buen tipo que sea, su cara se parece menos a la de un ángel…