Lucía Lijtmaer. Cauterio.
Novela / diciembre 7, 2022

Anagrama, 2022. 216 páginas. Dos historias que se alternan. La de una joven que ha huído a Madrid huyendo de una ruptura sentimental y que busca como salir a flote, y la de una viuda que intenta buscarse la vida en las colonias americanas, en un mundo donde la religión tiene tanto poder como la ley. Soy seguidor del podcast que la autora tiene junto con Isa Calderón, ganador de un premio ondas y el origen de todos los que han venido después con dos mujeres al frente. Lo recomiendo encarecidamente: Deforme semanal ideal total. Aunque solo se puede escuchar en spotify. Precisamente por eso empecé el libro con cierta cautela. Cuando alguien es famoso y tiene muchos seguidores tiene abiertas las puertas de muchas editoriales porque saben que las ventas son seguras, y muchas veces la calidad literaria no acompaña. Afortunadamente no es el caso. Lucía escribe muy bien, por suerte, y además lo que cuenta es, también interesante. El contraste entre la bajada a los infiernos de quien se ha ido desmoronando en una relación tóxica frente a la mujer que, viuda, tiene que buscarse la vida teniendo talento pero todo en contra funciona muy bien. Ya sabemos…

Lucía Lijtmaer. Ofendiditos.
Ensayo / diciembre 8, 2020

Anagrama, 2019. 90 páginas. Ensayo sobre el debate, más vivo que nunca por las redes sociales, de si estamos viviendo en un exceso de corrección política. De si un nuevo puritanismo está resucitando la censura. La respuesta que da la autora, y que yo comparto, es que no es así. La queja está en la calle: ya no se pueden decir ciertas cosas porque las feminazis y los ofendiditos van a poner en marcha una caza de brujas y un linchamiento contra aquellos que han tenido la valentía de expresarse sin pelos en la lengua. Pero lo cierto es justamente lo contrario. Frente a peticiones fundadas por parte de colectivos de un poco de respeto nos encontramos reacciones histéricas por parte de quien ve peligrar sus privilegios. Por resumir excesivamente. Si el colectivo LGTBI+ protesta por el uso de la palabra ‘maricón’, que es despectiva, son unos ofendiditos de piel fina. Pero ¿no son más ofendiditos los que se sienten linchados por usar determinadas expresiones? Al fin y al cabo siguen teniendo la libertad de expresión de usarlas y la usan con frecuencia. Un tema más sangrante es la diferencia con los ofendidotes que no se utiliza en el libro…