Laetoli, 2005. 204 páginas. No es este un libro de divulgación al uso. En estos normalmente se explica de manera amena alguna rama de la ciencia pero aquí lo que se explica es la propia ciencia. El autor intenta (y creo que lo consigue) que un estudiante de secundaria se interese por qué es la ciencia y cómo funciona. Escrita con ese Nicolás en mente se explica el alma de la ciencia, el método hipotético deductivo y por qué funciona. Se enumeran las unidades fundamentales y su significado para que cuando nos las encontremos en algún problema sepamos qué significan. También se dan herramientas para abordar esos típicos problemas que aparecen en los exámenes y que nos traen de cabeza. Pensando un poco podemos simplificar mucho los enunciados y tendremos más herramientas para enfrentarnos a ellos. También se explica el por qué la cultura científica es importante, sobre todo en donde se suele carecer de ella, como en los medios de comunicación y se nos pone en guardia sobre las pseudociencias, que en muchos casos aparentar tener principios científicos pero no es así. Un libro excelente para estudiantes de secundaria y también para cualquier persona curiosa, yo lo he disfrutado…
Laetoli, 2012. 220 páginas. No es la primera vez que aparece este autor por esta bitácora. Ya comentamos en su momento su libro sobre La homeopatía. En este caso es la acupuntura la que recibe los dardos del pensamiento crítico. Es un libro más extenso y, también hay que decirlo, más aburrido que aquél, porque la acupuntura está sustentada por la Medicina Tradicional China (MTC) que no son tres reglas inventadas por un iluminado, sino todo un complejo sistema de creencias mezcla de filosofía, medicina, elementos de diagnóstico y un largo etcétera. Todos esos supuestos milenarios, tales como el qi no han tenido ninguna validación científica y en los experimentos realizados la acupuntura no ha demostrado tener ninguna validez terapéutica. Lo que no impide que muchas personas sigan creyendo en ella. Como anécdota comentar que esta misma mañana una amiga me la ha recomendado para tratar un problema que tengo. Pero aunque coincido con el autor en la falta de evidencia a favor de esta técnica me han sobrado ciertos comentarios despectivos que salpican el texto. Si describes algo que puede parecer ridículo me sobra tu opinión, ya decidiré por mi mismo. Pero quitando este pequeño defecto es una exposición…
Laetoli, 2005. 340 páginas. Trad. Francisco Páez de la Cadena. El autor coge un humilde átomo de oxígeno (hipotético) y nos cuenta su historia desde su creación en el Big Bang hasta el presente e incluso el futuro. Esto le da pie para explicar la creación del universo, de la materia, de las galaxias y estrellas. También el origen del sistema solar, la tierra, como se creó la vida y salió de los océanos y la historia de la evolución. El proyecto es ambicioso, pero se cumple con rigor. El autor ilustra la narración con múltiples anécdotas y citas de escritores y artistas. Pero el libro se me hizo aburrido, no sé si porque algunas cosas ya las sabía o porque no están contadas con mucho entusiasmo. Se deja leer. La propia palabra antimateria evoca visiones de extravagantes fantasías de ciencia ficción. Pero lo cierto es que la antimateria no es tan rara. La principal diferencia entre partículas y antipartículas es que, como un europeo frente a un lilliputiense, estamos acostumbrados a ver al primero, y no al segundo. Puede resultar chistoso apuntar que la antimateria no es menos normal que la materia, pero desde una perspectiva básica ése es…
Laetoli, 2013. 140 páginas. Definición y alcance de la ciencia. Este ha sido un libro de texto durante muchos años en las universidades latinoamericanas. Como tal está enfocado, lo que le resta interés al estar orientado más a la labor educativa que divulgativa. Otro problema es su antigüedad, está escrito en 1960 y se ha quedado algo desactualizado. Aunque cincuenta años después todavía sigue siendo escaso el estudio de los fundamentos de la ciencia. El capítulo más interesante es el último, añadido para esta edición, que se encarga de demoler los argumentos de la nueva sociología de la ciencia. Aquí sí que brilla el Bunge polémico y divulgador. 14) La ciencia es abierta: no reconoce barreras a priori que limiten el conocimiento. Si un conocimiento fáctico no es refutable en principio, entonces no pertenece a la ciencia sino a algún otro campo. Las nociones acerca de nuestro medio natural o social, o acerca del yo, no son finales: están todas en movimiento, todas son falibles. Siempre es concebible que pueda surgir una nueva situación (nuevas informaciones o nuevos trabajos teóricos) en que nuestras ideas, por firmemente establecidas que parezcan, resulten inadecuadas en algún sentido. La ciencia carece de axiomas evidentes;…
Laetoli, 2009. 132 páginas. Pintan bastos La adivinación del futuro mediante la cartomancia es una de las que más solera tiene y mejor puesta en escena disfruta. Tanto es así que la baraja del Tarot se conoce en todo el mundo y no es extraño que en muchos cafés y bares de copas tengan a algún tarotista residente por horas. Hasta no hace mucho se podían ver en las Ramblas señoras con mesas plegables que te leían el futuro en las cartas. Pero ¿Tiene algún sentido? ¿Está escrito el destino en los naipes? Javier Cavanilles analiza los orígenes y difusión del Tarot y encuentra, como es habitual en esta colección, que la realidad es mucho menos misteriosa que la leyenda. Para empezar sus orígenes no se pierden en la noche de los tiempos, sino que nace en el siglo xV en Italia, como un juego. No fue hasta el siglo XVIII que Antoine Court de Gebelin empezó a afirmar que en las cartas se escondía un simbolismo que permitiera adivinar el futuro. No parece mucho pedigrí para tanto poder. No hace falta ningún estudio científico para saber que los que echan las cartas no aciertan mucho. Basta ver alguno de…